­Más de 140 obras divididas en esculturas, dibujos y obra gráfica componen la exposición Ernst Barlach. Figura de un futuro mejor, que se inauguró este lunes en el Museum Jorge Rando y que presenta la obra completa del artista alemán (1870-1938) por primera vez en España.

Comisariada por Heike Stockhaus, la exposición hace un recorrido por las etapas artísticas de Barlach, que creó un nuevo lenguaje en la escultura y destinó su obra al porvenir, a advertir al futuro de la necesidad de rehuir la guerra y alcanzar la paz. Esculturas como El Gran Mendigo o Ángel Flotante son algunas de las obras más representativas del artista, que encontró en los campesinos y mendigos de la Rusia previa a la revolución de octubre la pureza sin máscaras del ser humano.

Barlach es una figura imprescindible para entender el panorama artístico del siglo XX. Como uno de los padres de la escultura moderna y precursor del expresionismo, une su obra a un concepto artístico que lucha por que en un futuro primen los valores humanistas, éticos y espirituales. Esa espiritualidad es el nexo con la obra de Jorge Rando, que se une a la del alemán en una de las salas del museo con obras de horizontes verticales. «He preferido no exponer obras figurativas para dejar la figura a las esculturas de Barlach», explicó Rando, que confesó que había aprendido más con los textos y pensamientos de Barlach que con su escultura.

Ha tenido que pasar un siglo para que Ernst Barlach tenga su exposición en España. «El expresionismo siempre ha estado ausente, pero desde nuestro museo estamos intentando fomentar el concepto espiritual. La pintura tiene que ser ante todo espiritual, pero eso se ha ido olvidando con el materialismo y el marketing», argumentó Jorge Rando.

La propia muestra dialoga con el entorno, con el museo, según la directora de la pinacoteca, Vanesa Díez: «Este espacio tiene el silencio que demanda la obra y la luz que la recoge. Si Barlach pudiese ver su obra en este museo, estaría satisfecho con el resultado».

Barlach y la historia. Cuando el nacionalsocialismo alcanzó el poder en Alemania, la obra de Barlach fue considerada, como la de muchos otros artistas, como «arte degenerado», lo que hizo que muchas de sus obras fuesen destruidas. Entre ellas, una de las más famosas, Ángel Flotante, tras cuya destrucción el artista volvió a construir en yeso y cuyo rostro está inspirado en su discípula, Käthe Kollwitz. Fue tras la destrucción de este símbolo de la paz cuando Barlach dejó de creer que su presente tenía solución y empezó a pensar su obra hacia el porvenir, para crear un futuro mejor.

La comisaria de la exposición, Heike Stockhaus, explicó que la obra del alemán, a pesar de tener ya 100 años, sigue de plena actualidad con la tragedia de los refugiados sirios, y es que Barlach vivió de cerca la Primera Guerra Mundial, y quiso dedicar su obra a las víctimas, un alegato a la paz que no gustó al nazismo.

«Acogemos una obra que se mantiene como alegato de un arte comprometido con la transformación del mundo, y cuya mirada artística inicia 100 años después un diálogo con la obra de Jorge Rando para encontrar en el arte un camino hacia la espiritualidad», explicó la directora del museo.

La exposición está organizada por la Ernst Barlach Gesellschaft, compuesta por el Barlach Museum de Hamburgo, el Barlach Museum de Wedel y el Barlach Museum de Ratzeburg, en colaboración con el Museum Jorge Rando, y se expondrá en Málaga con entrada gratuita hasta el 26 de marzo, de lunes a sábado.