­Si es buscado o casual entra en el brumoso terreno de la especulación, ya que nadie va a afirmar que busque réditos electorales. Sin embargo, la coincidencia de la visita institucional al Museo de la Aduana con la campaña electoral, cuando todavía están en marcha los trabajos de adaptación, ha despertado no pocos recelos.

A seis días de las elecciones, las puertas del Museo de la Aduana se abrieron para una visita «técnica» del ministro de Cultura, Iñigo Méndez de Vigo; la consejera de Cultura, Rosa Aguilar; el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que recorrieron el edificio para conocer unas salas a medio montar.

La visita no fue precisamente privada, con la presencia del subdelegado del Gobierno, Miguel Briones; el delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, y el exsubdelegado Jorge Hernández Mollar. Incluso se sumó el nuevo rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, aprovechando la vecindad con el Museo de la Aduana.

De cara a la apertura del museo, Méndez de Vigo recordó que el 1 de marzo de firmará el protocolo de intenciones para que el museo «pueda estar lo antes posible» a disposición de los malagueños. De esta forma, este espacio se podrá incorporar «a esa visión de Málaga ciudad de los museos», que, a su juicio, «ya está tomando carta de naturaleza».

«En Málaga, no hay nada más que verlo por la calle, se respira cultura y museo», incidió el ministro, quien encontró «muy satisfactoria» la visita a las instalaciones.