­El escritor malagueño Emilio Calderón ha ganado la segunda edición del Premio Stella Maris de Biografías y Memorias con la obra La memoria de un hombre está en sus besos, la biografía del poeta Vicente Aleixandre, presentado por el autor bajo el seudónimo de Andrés Acero. La obra ganadora, que se publicará en febrero próximo en la editorial Stella Maris y por la que Calderón recibirá 10.000 euros, ha sido escogida de entre más de setenta manuscritos presentados, procedentes de España, México, Argentina y Chile.

El autor asegura que se trata de «la primera biografía completa del premio nobel de literatura español Vicente Aleixandre».

La biografía sigue minuciosamente la trayectoria personal y artística del poeta e incluye numerosos documentos inéditos y analiza tanto sus relaciones bisexuales como la influencia de éstas en su obra. El jurado del galardón estaba formado por Luis Racionero, como presidente, Carles Geli, Ignacio Martínez de Pisón, José Carlos Somoza y María Borrás, que ejercía además como secretaría.

El autor aporta documentos inéditos que desvelan tanto facetas poco conocidas de su vida sentimental como detalles curiosos, como que su nombre de pila era Vicente Pablo y no Vicente Pío, como se decía. Asimismo, el texto ahonda en algunas relaciones de Aleixandre que hasta ahora apenas se conocían, como las que entabló con José Manuel García Briz, con Andrés Acero o con su mecanógrafo, Jesús Bocanegra.

Según Calderón, «el manejo de la correspondencia inédita de Aleixandre, especialmente con el pintor Gregorio Prieto y con el poeta Carlos Bousoño, es clave para asomarnos a aspectos significativos de su vida privada y se revela fundamental para una relectura de su obra y una mejor comprensión del universo poético del autor de La destrucción o el amor».

El ensayo, añade Calderón, clarifica también la posición de Aleixandre durante la Guerra Civil española, «su intento de exiliarse en febrero de 1938 y la decisión final de quedarse en España en lo que se ha dado en llamar su ‘exilio interior’; así como la postura del régimen franquista, ambiguo en torno a su figura».

Diversos testimonios orales, entre ellos el de Vicente Molina Foix, ayudan a conocer la evolución del poeta. Tras evocar los últimos años de Aleixandre, la biografía, en una digresión reivindicativa, se hace eco de las vicisitudes por las que atraviesa su legado, tanto su archivo, en manos de los herederos de Bousoño, recientemente fallecido, como la célebre casa madrileña de Velintonia, ambos actualmente, según Calderón, en venta a un precio de 5 millones de euros cada uno, que viene a confirmar que «35 años después de su muerte Vicente Aleixandre está en la almoneda».

La casa, que «debería ser la casa de la poesía española del siglo XX», no tiene, denuncia Calderón, ningún tipo de protección legal ni cultural, por lo que un posible comprador podría derruirla y construir un edificio de apartamentos. Lamenta que en torno a Aleixandre se situara «una guardia pretoriana» que, seguramente con buena intención, ocultó la bisexualidad del poeta, «una persona que daba prevalencia al amor y a la amistad, que consideraba el amor por encima de todos los géneros».

Cartas y testamento. Entre los documentos inéditos figura el primer texto autógrafo -su primer examen para ingresar en bachillerato en Málaga-, su testamento, material sobre su residencia o algunas cartas de la Residencia de Estudiantes sobre el intento de Aleixandre de marchar al exilio en 1938.

Calderón espera que la publicación de la biografía reabra el debate sobre la conveniencia de que el archivo y la residencia de «uno de los tres poetas españoles más grandes del siglo XX permanezca en España y no se vaya a una universidad norteamericana».