­Así es la vida de una pinacoteca: se van unos cuadros y llegan a otros. La semana pasada, se despidieron de las paredes del Museo Ruso los lienzos que formaron parte de sus exposiciones De los iconos al siglo XX y Pável Filónov. Testigo de lo invisible. Ayer arribaron, dentro de fuertes medidas de seguridad, los cuadros de la nueva anual, Las cuatro estaciones, y la primera temporal del año, La sota de diamantes. Ambas exhibiciones se inaugurarán el próximo 28 de enero.

En Las cuatro estaciones, artistas rusos de todas las épocas (Levitán, Sverchkov, Malèvich Dubovskói, Guerásimov...) muestran las distintas tonalidades de la naturaleza a lo largo del año. Los paisajes nevados serán los grandes protagonistas de esta muestra. Por su parte, La sota de diamantes toma su título de una exposición de 1910, y un posterior grupo de artistas (Lariónov, Lentúlov, Mashkov, Kuprín...), cuyos miembros iniciaron la ruptura con la tradición pictórica y el camino hacia la vanguardia rusa.

Se culmina así la muda de piel del Museo Ruso, que la pinacoteca ha querido compartir con el público a través de visitas guiadas especiales, una actividad -la de mostrar los trabajos de retirada, embalaje, desembalaje e instalación de las obras que se marchan y las que llegan- que pocos centros en el mundo realizan. Además, se ha puesto en marcha un variado programa de acciones para mostrar esta transformación que se completa con talleres, charlas y proyecciones de cine.

Primer aniversario. Pronto la pinacoteca de Tabacalera cumplirá su primer aniversario. «Aunque aún es muy pronto para valorar un proyecto de esta envergadura, a lo largo de este primer año las expectativas se han cubierto con creces en todos los aspectos, tanto en las visitas como en la participación de las actividades», comentó recientemente a este periódico José María Luna, el director del museo.