Sus historias han sido devoradas por más de cinco millones de lectores y su última novela, Cicatriz (Ediciones B), batió el récord de reservas antes de llegar a las librerías. Pese a que conoce bien el rostro del éxito, el escritor madrileño Juan Gómez-Jurado confiesa que «no existe una fórmula para vender libros» con facilidad, aunque sí cree que «la capacidad de emocionar» es una buena manera de enganchar a los lectores a través de las páginas.

Gómez-Jurado acude a las tiendas de Fnac de Marbella (este jueves, a las 20.00 horas) y Málaga (el viernes, 19.00 horas) para presentar Cicatriz, thriller donde Irina y Simon, los protagonistas, comparten cicatrices físicas y sentimentales. El madrileño se define como «un escritor tramposo» que llenan las páginas de «trucos y engaños». «Creo que es la esencia de cualquiera que escribe thrillers o novelas de misterio. Y disfruto mucho con ello». En constante relación con sus lectores, el autor se muestra muy satisfecho cuando, a través de las redes sociales, sus seguidores le explican el grado de adicción que les crean sus historias. «Cuando me dicen por Twitter Me acabo de saltar una parada de autobús por tu culpa o Mis ojeras de hoy se las debo a Juan Gómez-Jurado les respondo que siento mucho el contratiempo, pero a la vez es algo que me hace muy feliz», asegura.

El hecho de ser un superventas no le imprime, según afirma, mucha presión a la hora de enfrentarse al papel en blanco. «Con el tiempo he dejado de pensar que hay miles de personas esperando mi nuevo libro. Pienso en tres o cuatro lectores, que son mis amigos. Y eso me ayuda mucho».