­Si alguna vez se ha parado a pensar que la búsqueda de la felicidad responde a un mero mecanismo artificial y claramente sometido por lo que nos han hecho creer que es ser feliz, la lectura de Hombres felices (Páginas de Espuma), el segundo libro de cuentos del malagueño Felipe R. Navarro, le ayudará a entender la manera en la que caminamos, no siempre en la dirección correcta, hacia tal fin.

«Desde luego, estos cuentos no responden a los estándares que tenemos sobre la felicidad. Lo que encontramos es una reflexión sobre la manera en que vamos hacia ella, cómo nos movemos y cómo nos comportamos», explica el autor de Hombres felices, obra que hoy presenta en el Centro municipal de Arte Contemporáneo (20.00 horas), acompañado de Guillermo Busutil y Cristina Consuegra.

El origen de este libro, explica Navarro, nace de una cita del escritor egipcio Tawfiq Al-Hakim: «El que lleva una vida feliz no la escribe y se limita a vivirla». El malagueño, que en el año 2000 publicó Las esperas, entiende que el género del cuento responde de una forma más natural «al modo en el que las historias llegan hasta nosotros». «Estamos contado continuamente cosas. A diario alguien nos pide que contemos cómo nos ha ido el día y a diario pedimos, a nuestra mujer o a nuestra hija, que nos cuente cómo le ha ido en el trabajo o el colegio. Y no pides que te cuenten un relato de quince años. La historia posee un recorrido más corto, aunque su significación sea más amplia. Por eso me parece artificial alargar determinadas narraciones. Y quizá eso sea el motivo de mi preferencia por el cuento».

Felipe R. Navarro sostiene, además, que gran parte de las historias que se hoy cuentan ya estaban presentes en clásicos como La Ilíada y La Odisea, «que siguen todavía muy vivos». «Al final todo son giros y giros sobre las mismas historias», apunta. Asegura que su pasión por las letras le viene de pequeño y confiesa que su relación con el mundo «es a través de la literatura». «Por eso la escritura me coloca de alguna manera en el mundo y me explica qué puedo hacer y para qué. Escribo por necesidad, para salvarme, para explicarme...».

Además de los libros Las esperas y Hombres felices, los relatos de Felipe R. Navarro han sido incluidos en la antología Cuento al Sur (2001), Pequeñas Resistencias. Antología del nuevo cuento español (2002) y Paso Doble. Junge spanische Literatur (2008).