Un grupo de intelectuales malagueños pedirá al Ayuntamiento de Cádiz que les entregue el busto de la escritora y jurista Mercedes Formica, que retiró de una calle del centro de la ciudad, para instalarlo en un lugar de honor en Málaga, donde Formica vivió sus últimos años y escribió algunos libros.

La iniciativa está encabezada por el arquitecto Salvador Moreno Peralta, el abogado Mariano Vergara -prologuista de la última edición de las memorias de Mercedes Formica-, y el escritor y ex director del Instituto Municipal del Libro de Málaga, Alfredo Taján, quien señala que lo que ha hecho el Ayuntamiento de Cádiz con el busto de Formica «no se puede tolerar». «Si empezamos a anular la historia de España por razones ideológicas podemos terminar volando el Escorial», apunta Taján para asegurar que la iniciativa prevé, en caso de negativa por parte del Ayuntamiento de Cádiz, regido por Cádiz Sí se Puede, apoyado por Podemos, emprender una suscripción popular para costear un monumento en Málaga a la jurista y escritora.

El lugar para ubicar el busto o el monumento a la memoria de Mercedes Formica en Málaga, según la iniciativa ciudadana, se hallará en una zona próxima al Paseo de Reading.

Taján valora que, en coincidencia con la retirada del busto de Formica de Cádiz, que responsables municipales achacaron a la adscripción falangista de Formica en su juventud, antes de la Guerra Civil, se esté reeditando su obra literaria, los dos títulos de sus memorias en un sólo volumen con el título de Memorias. 1931-1947 (Renacimiento) y la novela Monte de Sancha. Esa novela, según Taján es la mejor de las muchas obras que se han escrito de carácter testimonial sobre la Málaga republicana de los primeros meses de la Guerra Civil, porque «tiene un halo de objetividad» pese a que ella vivió ese periodo de terror y su propia vida estuvo en peligro.

La última edición de las memorias de Formica lleva en la portada la fotografía que, vestida con la tradicional mantilla, le hizo en Madrid en los años cincuenta Inge Morath, fotógrafa que se casó con el dramaturgo norteamericano Arthur Miller tras su separación de Marilyn Monroe.

Además de las virtudes literarias de Formica (Cádiz 1916-Málaga 2002) Alfredo Tajan destaca su actividad como «feminista» en una época donde serlo no era fácil, en plena dictadura franquista y cuando ella misma, pese a su brillante historial académico en la Universidad de Sevilla, no pudo aspirar, por el hecho de ser mujer, a presentarse a oposiciones para diplomático o para la Abogacía del Estado.