Ale Romero es un malagueño -«del Cerrado de Calderón de toda la vida»- que forma parte de un singular proyecto de pop paneuropeo que levanta sonrisas allá donde suena: Cristobal and The Sea. Joao Seixas, portugués; Leïla Seguin, francesa; Josh Oldershaw, británico y nuestro Ale, los viajeros discípulos de Cristóbal (Colón, por supuesto) se conocieron en la Universidad de Loughborough (Inglaterra) y formaron la banda «por el interés común de tocar y pasarlo bien». Hoy pueden presumir de estar en la nómina de City Slang, sello donde militan luminarias de todo tipo y pelaje como Caribou o Lambchop, con un álbum de debut bajo el brazo, Sugar now, producido por Rusty Santos, hombre de confianza de Animal Collective y Owen Pallett.

¿A qué suenan Cristobal and the Sea? El propio Romero define a su grupo como «juguetón e ingenuo», y sus canciones hacen buenos estos adjetivos: pequeñas y coloridas travesías pop que recalan en el freak folk de Devendra Banhart, la melancolía de The Cure, el tropicalismo de Os Mutantes y la pulsión rítmica de Animal Collective. Sobre todo, son canciones de soñadores que parecen distanciarse conscientemente de estos tiempos dominados por los cínicos y los sabelotodos. Ale asiente: «Sí que vivimos en un mundo excesivamente cínico. Y es consecuencia directa de un mundo occidental que vive por y para internet. En la vida, cuesta más mantener la actitud juguetona e ingenua pero en el ámbito musical, sin esas cualidades, no tendría mucho sentido lo que hacemos».

Multinacional

En todas las reseñas y artículos sobre Cristobal and the Sea se hace especial hincapié en su carácter multinacional. ¿Son la prueba de que la Unión Europea puede funcionar realmente si hay voluntad? «La Unión Europea es un proyecto bastante más complejo que el que tenemos montado en Cristobal and the Sea... Pero sí es verdad que, como grupo musical, somos en parte el resultado de una juventud que ha nacido y vivido dentro de todo lo que representa la Unión; buena parte de mi generación ha vivido, estudiando o trabajando, en algún momento fuera de su país y eso enriquece muchísimo. ¡Podría hablar durante horas de los valores y la riqueza de la Unión Europea!», nos dice este malagueño que se siente «tan español como europeo».

El cuarteto se fundó en 2012 y, como han podido comprobar, han cumplido sueños y metas a la velocidad de la luz. Para Ale Romero, uno de los momentos especiales de su aún incipiente carrera, fue la grabación de Sugar Now: «Fueron dos semanas en Lisboa, grabando en Namouche, uno de los grandes estudios de Portugal y producidos por Rusty Santos. Poder trabajar con Rusty, en ese ambiente, es algo que ninguno de nosotros se podía imaginar». Son las ventajas de cobijarse bajo el paraguas del sello alemán City Slang, «que abre muchas puertas», como, por ejemplo, ser teloneros en una gira de José González. Y, lo mejor de todo: «En City Slang son gente muy sincera y simpática, y jamás nos imponen ningún tipo de presión. Además, nos da la oportunidad de pasar muchos días al año en Berlín, ¡que es una ciudad que nos encanta!».

Por supuesto, no se le han acabado los sueños por cumplir a Ale; hay muchos en la recámara de su cabeza, esperando el momento oportuno: «Sueño con poder vivir de la música y ver mundo, más allá de Europa. Me gustaría madurar como músico. Si nos dejan seguir trabajando como hemos hecho hasta ahora, tenemos mucho margen para crecer. Porque todavía nos estamos descubriendo y seguimos aprendiendo».