El diplomático malagueño Guillermo Erades está en capilla: en marzo sale su primera novela, escrita en inglés, Back to Moscow. Y hay expectación: la prestigiosa revista estadounidense Publishers Weekly le ha incluido en su selecta lista de autores a seguir del 2016 y el libro saldrá en dos sellos editoriales notables en el mundo anglosajón, Farrar, Straus, Giroux (en Nueva York) y Scribner (en Londres). Aunque alguna editorial española ha mostrado interés de momento no hay planes concretos para su lanzamiento en castellano.

Quienes han leído Back To Moscow comparan a Erades con autores como los contemporáneos Ben Lerner o Easton Ellis y ya clásicos como Milan Kundera. Grandes nombres, grandes esperanzas... ¿Gran presión? «Estoy contento y tranquilo», nos dice el malagueño. «La semana pasada estuve en Londres para la presentación del libro. Me hizo mucha ilusión poder charlar con gente del mundo editorial que ya lo ha leído. La respuesta esta siendo muy positiva. El tema de Rusia es actual, a la gente le interesa», añade.

Guillermo Erades trabaja desde hace años para la Unión Europea y vive actualmente en Bruselas. Fue testigo directo de años importantes en Rusia, el comienzo del siglo XXI, que ha plasmado directa o indirectamente en Back to Moscow: «Algunas de las vivencias estan descritas en el libro, pues me interesaba captar la manera en la que acontecimientos políticos e históricos afectan la vida de los individuos. Yo viví en Moscú al comienzo de la era Putin, que es el tiempo en el que transcurre la novela. Políticamente, aun no estaba claro por dónde iban a ir las cosas. Moscú bullía en transformaciones profundas, a nivel social, político, económico y cultural. Fue un periodo fascinante y, en cierta manera, único e irrepetible», recuerda.

En Málaga ahora hay un notable boom de lo ruso: sus ciudadanos copan la Costa del Sol, se ha abierto en la antigua Tabacalera la primera delegación internacional de la Colección de San Petersburgo... ¿Entendemos bien a los rusos desde aquí? Erades no tiene una respuesta fácil: «A los rusos, en general, no es fácil entenderlos. Cuando un ruso te dice que hay cosas más importantes en la vida que ser feliz, te das cuenta de que basan sus vidas en valores diferentes a los nuestros. En España, hay una gran presión social para ser feliz, o al menos para aparentarlo. En Rusia esa presión no existe; más bien al contrario: los sentimientos hay que llevarlos por dentro y mostrar alegría se puede considerar frívolo y superficial. Es más, en la mente rusa la tristeza tiene un cierto valor estético. Un tema principal en la novela es precisamente si la búsqueda ciega de la felicidad es, en si, el objetivo principal para regir nuestras vidas».

El making of de Back to Moscow resulta tan interesante como la propia novela. Así lo recuerda su autor: «Llevaba años con la idea de escribir este libro pero me era difícil encontrar tiempo y dedicación. Así que acepté un puesto en la Delegación de la Unión Europea en Bagdad, como número dos de la embajada. Pasé dos años en Iraq, desde septiembre del 2012 a septiembre del 2014; la última crisis me pilló de lleno, incluyendo el auge de Estado Islámico y la caída de Mosul. El trabajo político fue interesante y muy intenso, aunque en ocasiones lleno de frustración. Debido a las condiciones de seguridad, la vida para extranjeros en Bagdad es muy restringida. Los diplomáticos vivíamos dentro de la Zona Verde, encerrados en instalaciones de alta seguridad, saliendo a penas para reuniones de trabajo y recepciones. Pero para ir a una reunión al Ministerio de Asuntos Exteriores yo necesitaba salir con seis escoltas armados y tres vehículos blindados. Es decir que salía poco. Por las noches y los fines de semana encontré mucho tiempo para escribir».

Segundo libro. Puesto a elegir entre las relaciones internacionales y la literatura... Guillermo Erades no quiere elegir. «Veo compatible ambos trabajos. De momento, me he cogido un año de excedencia para escribir un segundo libro. Luego ya veremos». Quizás podría escribir un libro autobiográfico sobre sus experiencias en el mundo de la diplomacia... «Precisamente de momento estoy trabajando en esa dirección. Aún es muy pronto para saber que tipo de libro va a resultar, pero mi punto de partida es Bagdad, y un personaje principal que se ve involucrado en una serie de eventos históricos que no puede cambiar. Me interesa tratar la impotencia de los individuos ante las fuerzas de la historia. Quizás mi narrador sea un funcionario europeo que se va a Bagdad para poder escribir su libro sobre Rusia y se encuentra con un país al borde del caos. Como escritor, quizás tenga poca imaginación».

Ha viajado por todo el mundo, pero Guillermo Erades tiene clara cuál es su ciudad: «Nací y viví en Málaga hasta los 21 años, así que mis recuerdos de infancia y juventud estan ligados a la ciudad, a las calles y a las playas de El Palo. Eso, por muchas vueltas que uno de, te marca toda la vida. Mi familia vive en Málaga y, aunque llevo muchos años viviendo fuera, vuelvo a la ciudad varias veces al año, es mi punto de referencia. Cuanto más tiempo paso fuera, más aprecio lo especial que es Málaga».