El bajista Leo Lyons es una parte esencial de la historia de la música. De su cabeza salió el nombre de Ten Years After, banda con la que conquistó el mundo del rock junto al desaparecido guitarrista Alvin Lee, que vivió sus últimos años en Marbella. Su nueva banda, Hundred Seventy Split, protagonizará una velada de rock y blues el próximo 4 de marzo en el Palacio de la Paz de Fuengirola, donde también estarán el joven guitarrista holandés Tijs Groen y Mama Paula Blues Band.

¿Cómo son los conciertos de Hundred Seventy Split?

Nuestros conciertos son muy bien recibidos. Hace casi tres años desde que Joe Gooch [que sustituyó a Alvin Lee en 2003] y yo dejamos Ten Years After para concentrarnos en Hundred Seventy Split, que es una continuación de ese viaje musical. Los admiradores de Ten Years After todavía vienen a vernos y estamos contentos con eso. Pero el grupo también está atrayendo a nuevos fans. No quiero poner fin a mi carrera musical viviendo de glorias pasadas. Ya estamos grabando nuestro cuarto disco, que estará listo para la próxima gira.

¿No siguen tocando canciones de Ten Years After?

Por supuesto. Tocamos en torno a un 60% de temas de Hundred Seventy Split y un 40% de Ten Years After. Me gusta tocar los clásicos Ten Years After. Alvin Lee y yo empezamos en Ten Years After hace más de cincuenta años y las canciones han sido el telón de fondo musical de mi vida.

¿Resulta difícil encontrar nuevo público para el blues?

Creo que a los jóvenes les gustaría el blues. Lo difícil es encontrar una manera de introducirlos en esta música, ya que rara vez se escucha en las radios convencionales. El blues es un tipo de música con el que todo el mundo puede identificarse. Es una expresión de emociones, y todo el mundo se ha sentido feliz, triste o enojado en algún momento u otro. Sospecho que la mayoría de los jóvenes que nos siguen han sido introducidos en el blues por sus padres o hermanos mayores.

¿Es verdad que encontró el nombre de Ten Years After en una guía de televisión?

Así es. La banda había pasado por muchos cambios, tanto de formación como de nombre. El nombre con el que más tiempo duramos fue The Jaybirds. En 1967, nuestro nuevo manager pensó en que sería mejor buscar un nombre más contemporáneo y sugirió Ten Years After. Había leído un anuncio en la guía The Radio Times sobre un libro titulado Suez-ten years after (Suez, diez años después), que trataba de la invasión del canal de Suez. Y pensé que la gente estaría interesada en ese nombre y en su significado.

Fue un grupo conocido desde sus comienzos. ¿No le parece que ahora el camino es más difícil para las bandas de rock?

Siempre ha sido difícil para los grupos desconocidos. A nosotros nos llevó siete años encontrar el éxito. Mi consejo para cualquiera que piense embarcarse en una carrera musical es que debe estar preparado para pasar muchos años viajando y tocando en lugares de mala muerte por poco o ningún dinero. Esa es la realidad. Puede ser muy deprimente. Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que alguien reconozca tu talento y te lance al éxito.

¿Por qué cree que el rock ha dejado de estar en el centro de la vida de los jóvenes?

Creo que los medios de comunicación controlan la música que los jóvenes escuchan y explotan esta posición. A pesar de internet, creo que hay un montón de buena música por ahí que la gente no consigue escuchar.

¿Qué recuerda del festival de Woodstock? ¿Cree que hoy día sería posible un evento como aquel?

No creo que pueda haber otro Woodstock. Fue un acontecimiento espontáneo que atrajo a 500.000 personas que querían escuchar la música de su generación: hippies con intención de cambiar el mundo. Eso no ocurre en los festivales actuales. Por supuesto que disfruté Woodstock, pero era sólo una fiesta entre la gran variedad de eventos musicales de aquellos años. Me encantaron todos ellos y me considero muy afortunado de haber estado allí. La diferencia con Woodstock es que la película aseguró al festival un lugar en la historia.

¿Piensa que la Invasión Británica fue el movimiento que abrió los ojos de los Estados Unidos hacia sus propias raíces musicales?

Definitivamente. Los músicos británicos jugaron un papel importante para que los adolescentes estadounidenses fueran conscientes de su propia herencia musical. El blues nacido en la población negra del Delta del Mississippi es la raíz de lo que después se transformaría en la música popular tal y como la conocemos hoy en día. Recuerdo la primera vez que viajé a los Estados Unidos con Ten Years After [la primera gira americana de la banda fue durante el verano de 1968]. Nuestros teloneros eran grandes artistas, como B.B. King, Buddy Guy, Muddy Waters, Big Mama Thornton y otros muchos. Eran los músicos que admirábamos y fue una sorpresa descubrir que no eran apreciados, en ese momento, en su propio país.

¿Cuáles son sus mejores recuerdos junto a Alvin Lee?

Los primeros años, sin duda. Él tenía quince años y yo dieciséis. No queríamos ser estrellas del pop, sólo queríamos tocar por el resto de nuestras vidas. Miro hacia atrás con cariño los días antes de la fama. Compartimos muchas experiencias vitales. A menudo luchando, a veces literalmente, pero nos guardábamos un gran respeto. Su muerte fue un shock para mí. Era como el hermano que nunca tuve.