El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía declaró ayer la Cueva del Toro de Antequera, situada en El Torcal, como nuevo Bien de Interés Cultural (BIC), dentro de la tipología de zona arqueológica.

Los estudios realizados en este espacio lo consideran un referente a la hora de conocer cómo vivían las poblaciones en el Neolítico en el sur peninsular, confirmándose la presencia humana desde el VI a. C. Desde finales de los años 70 se han dirigido varias investigaciones para estudiar la cueva, especialmente por parte de María Dolores Cámalich y Dimas Martín, de la Universidad de La Laguna de Tenerife. Estos estudios confirmaron el uso de esta cueva no sólo como espacio habitable con gran actividad humana, sino también como un lugar empleado para la conservación de la carne excedente de la caza o la ganadería.