­Está acostumbrada a hipnotizar al público desde el escenario. En compañía de su guitarra o de su banda. Y siempre a través de sus canciones: esa mágica comunión de melodías y letras con las que Vanesa Martín ha encontrado su lugar en el complejo y competitivo mundo de la música. Sus admiradores sólo tienen palabras de elogio para ella, sus discos son celebrados desde Galicia a Tenerife y las entradas de sus conciertos suelen volar en pocos días. Pero la malagueña ha querido abandonar su zona de confort para adentrarse en un «viaje de palabras desnudas», como así define su salto al universo literario.

El próximo 8 de marzo, Vanesa Martín publica su primer libro de poemas, Mujer océano (Planeta), cuyos versos, según explica, «le hablan a la vida, a las inquietudes, al paso del tiempo, a las emociones, a los miedos, a la superación, al amor y el desamor, a los engaños, a la hipocresía de la sociedad...». La cantautora señala que el título responde a la intensa relación que mantiene con el mar. «El mar es mi hábitat natural, necesito estar cerca de él, escaparme siempre que puedo en su búsqueda... Me inspira y me calma, me llena de energía».

A lo largo de sus 186 páginas, Mujer océano ofrece poemas cercanos, urbanos y actuales en los que late la delicadeza y la sensibilidad de su autora, pero también el caos. Martín sostiene que aún es pronto para pensar en que este título suponga el inicio de una futura carrera literaria. «Por el momento lo único que me gustaría es que Mujer océano navegara mucho tiempo por muchos lugares y personas diferentes», asegura.

De hecho, confiesa que aventurarse a publicar sus poemas, a propuesta de la editorial, le causó ciertas reservas. «Al principio incluso me negué, porque me dio cierto pudor, pero finalmente empezó a ilusionarme y ellos por suerte insistieron, así que me atreví con el reto. Escribir siempre ha sido algo que me ha fascinado».

Amor y desamor son los blancos donde van a dar las palabras afiladas, a veces estudiadas y a veces rabiosamente libres, de Mujer océano, en cuyas páginas también resuenan elementos como la atracción y el deseo, ambos muy presentes en este poema: «A un palmo de ti es fácil morderte. Guarda la lengua, que voy directa, no sea que, al sentirla húmeda, la invite donde guardo ciertos ecos y duermen huracanes, allí donde más de uno murió a oscuras, perdiéndose en el intento de encontrar fuego, que cuando quemas es porque hay alma, y cuando hay alma, duelo».

La capacidad de Vanesa Martín para componer canciones es bien conocida por todos. Además de su propio material, ha compuesto para numerosos artistas, como Malú, Pastora Soler, Sergio Dalma, India Martínez y Manuel Lombo, entre otros. Se confiesa «impulsiva y nada metódica» a la hora de crear. Por lo que sostiene que en la composición «no hay reglas» que valgan. Unas veces le llega antes la melodía y otras la canción le viene dada por una frase o un pensamiento. «La inspiración no entiende de leyes», matiza.

Con su último trabajo, Directo, un disco doble con DVD que recoge su actuación en Sevilla del pasado junio, la malagueña ha logrado liderar las listas de ventas. Actualmente continúa con la multitudinaria gira de Crónica de un baile, que concluye en Barcelona el próximo 19 de marzo. A lo largo de sus diez años de carrera, Martín ha publicado los álbumes Agua (2005), Trampas (2009), Cuestión de piel (2012) y Crónica de un baile (2014), cosechando éxito tras éxito. De esta travesía destaca «la perseverancia y la ilusión de alguien que llegó a Madrid para dedicarse a esto de un modo serio y que sigue siendo la misma, con más experiencia, pero el mismo respeto por la música». Y matiza que pese a que hoy le sonríe la suerte, «hay que superarse y nunca acomodarse ni perder el respeto al escenario».

El mismo respeto con el que ahora publica sus poemas. Palabras desnudas de una música que, «aunque no suene, cada uno la hará sonar por dentro».