Desde primera hora de la mañana de ayer, una tremenda grúa interrumpía el normal discurrir de la calle Alcazabilla. Apostados en una de las paredes del Cine Albéniz, un buen puñado de cajas. Se trataba, sin duda, de una mudanza, pero no de una mudanza cualquiera: en uno de los embalajes se podía leer Sr. Antonio Banderas. Sí, el intérprete malagueño está preparando su desembarco en el ático que adquirió hace unos años en la céntrica calle malagueña. Con toda probabilidad lo estrenará muy pronto: se acerca la Semana Santa y el también productor no faltará a la cita con una de sus tradiciones favoritas.

El actor y cineasta ya ha terminado de reformar la vivienda -con espectaculares vistas a la Alcazaba, la Aduana, el Museo Picasso, el Teatro Romano y la torre de la Catedral: si hay una manzana de oro en el Centro Histórico...- a su gusto -incluyendo la instalación de un ascensor independiente al de la comunidad- y ya ha empezado a instalarse. Por cierto, entre las pertenencias embaladas destacaba sobremanera una súper pantalla de 85 pulgadas cuyo precio ronda los 30.000 euros y también una espectacular cinta de correr.

Recordemos que hace unas semanas Antonio Banderas compró una mansión de cerca de 3 millones de euros en el condado de Surrey, a menos de una hora en coche de Londres. Un hogar, en el que se ha instalado con su pareja Nicole Kimpel, que, tal y como contó a The Sunday Times, «le proporciona la simplicidad y la libertad que necesito en estos momentos de mi vida». Poco tiene que ver la residencia británica de Banderas, rodeada de prados y bosques, con su ático en pleno centro de Málaga, que será el refugio desde el que cumplir su deseo de reconectar con la ciudad que lo vio nacer.