La Diputación Provincial de Málaga mantiene abierto desde el pasado 3 de marzo el concurso para la gestión de la Escuela Taurina durante los próximos tres años. De este modo, las empresas interesadas podrán licitar por tres años, con posibilidad de una prórroga de un año más, y un presupuesto de 351.021 euros para todo este periodo.

El plazo de presentación de ofertas contemplaba un periodo de quince días hábiles, finalizando el próximo jueves 17 de marzo. De momento, es seguro que la actual adjudicataria va a optar a su reelección, contando para la gerencia con Óscar Plaza (actual presidente de la Federación Internacional de Escuelas Taurinas), y con el matador de toros Fernando Cámara como director artístico.

La labor realizada por ellos desde la recuperación de la escuela en el año 2004 ha llevado a la consolidación de grandes eventos como el Certamen Internacional de Escuelas Taurinas de La Malagueta y a la formación de toreros entre los que han tomado la alternativa Saúl Jiménez Fortes y Fernando Rey, además de Joaquín Galdós que se convertirá en matador de toros el próximo mes de junio. Diferentes colectivos taurinos de la provincia han mostrado ya su apoyo a la continuidad de este proyecto.

Sin embargo, en los últimos días se ha producido también el interés de un grupo de profesionales taurinos que han mostrado su inquietud por trabajar en la formación de los jóvenes malagueños que aspiran a convertirse en toreros.

Hasta cinco matadores de toros de alternativa conforman este grupo que está estudiando el pliego y se están planteando la viabilidad de su proyecto, entre los que se encuentran cuatro ex alumnos de la Escuela de Málaga como son Javier Conde, Ricardo Ortiz, Mari Paz Vega y Juan José Trujillo. Encabezaría el proyecto como director el que fuera su profesor en las décadas de los años 80 y 90 del pasado siglo, Manolo Ortiz.

De ellos, Conde y Vega permanecen en activo; mientras que Trujillo se ha consagrado como una de las grandes figuras de los subalternos, actualmente en la cuadrilla de Alejandro Talavante y antes en la de José María Manzanares. Ricardo Ortiz es el único que lleva años retirado, mientras que su padre sigue vinculado al mundo del toro como responsable de los corrales de La Malagueta.

Junto a ellos habría otras personas colaboradoras como el empresario Vicente del Pino, que ya ayudó a esta escuela en su primera etapa, o Jorge Conde, gerente de La Malagueta en la primera temporada de Fernando Puche en la gestión del coso, que está siendo el encargado de estudiar el pliego.

La exigencia de contar con experiencia en la gestión de escuelas taurinas en los últimos tres años es una de las mayores complicaciones para dar viabilidad a este proyecto, por lo que se pretende realizar una consulta en la propia Diputación al respecto. De este modo, no se puntuaría la labor de dirección desarrollada por Manolo Ortiz durante cerca de dos décadas.

Javier Conde, Ricardo Ortiz y Juan José Trujillo componen una de las generaciones más productivas de la Escuela Taurina de Málaga, habiendo compartido cartel muchas tardes en plazas de nuestra provincia, tanto como novilleros sin picadores como con los del castoreño. Los dos últimos tomaron la alternativa en 1994, mientras que Conde lo haría una temporada después. También coincidieron en la escuela con Mari Paz Vega, al igual que con algunos de sus hermanos que también querían ser toreros, aunque ella pertenece a una generación posterior y se doctoraría en 1997. En la actualidad pasa largas temporadas en México.

Aquella antigua escuela taurina de Málaga, que no dependía de la Diputación y cuya filosofía ahora se pretende recuperar, pasó también por épocas más complicadas y terminó por desaparecer. Antes de que el ente supramunicipal decidiera aplicar el actual modelo de gestión, el centro vivió una segunda etapa con la exnovillera Mary Fortes como profesora.