El Museo Picasso ha presentado la exposición Juego de ojos. Colección, en la que Pablo Picasso muestra el juego de las miradas que se cruzan entre el artista y la persona que contempla, la musa y el pintor y las escenarios, en los que unos miran y otros se sienten observados. La muestra, compuesta por 43 obras, permite seguir la evolución artística y técnica del pintor en una amplia diversidad de soportes: dibujos, grabados, esculturas y, como novedad, cerámicas. Además, se presenta una selección de 50 fotografías del Fondo Roberto Otero, quien retrata a Picasso con Joan Miró, Alberti o Manuel Vallarés, entre otros. Estas instantáneas dan cuenta del ambiente en que vivía el artista.

El director del Museo Picasso, José Lebrero, ha apuntado esta mañana en la presentación de la muestra, que el conjunto de obras muestra la insistencia del artista en el retrato. En ellos, exhibe a las mujeres de su vida, que son a la vez sus musas (Fernande, Olga, Marie-Thérèse, Dora, Françoise o Jacqueline). La inventiva que reflejan todas estas miradas da fe de la variedad y complejidad de su obra. Lebrero destacó que en algunos casos, lo que el artista busca no es un retrato psicológico de las emociones. Sino unos ojos vaciados, desarmónicos, que consiguen configurar rostros más humanos.

La exposición, que podrá visitarse hasta el próximo 11 de septiembre, se organiza a través de un recorrido cronológico, con la salvedad de la emblemática obra Los ojos del artista que abre la exposición; y la clausura Cabeza de hombre barbudo II, que da perfecta réplica a obra inicial.

Picasso y la cerámica. Pablo Picasso descubre los talleres de cerámica en el sur de Francia hacia 1940. Por aquel entonces, la cerámica no estaba considerada importante, no estaba legitimada por el arte elevado y se consideraba de segunda categoría. «Picasso descubre un mundo en estas alfarerías, se abre a un mundo de experimentación e innovación», manifestaba Lebrero.

Se pretende utilizar los fondos de la colección para acercar a pequeños y mayores la artesanía. «Es algo que a veces se tiene olvidado, la capacidad para con las manos, la tactilidad del arte», apuntaba Lebrero. Asimismo , quiso destacar que se van a impulsar talleres en las visitas guiadas, para que los participantes puedan acercarse al barro y otros materiales para crear cerámicas.