La pared es su lienzo y el boceto está en su mente. Rápido y preciso, pero sin prisa, va trazando la historia de Notre avenir est dans l´air (Nuestro futuro está en el aire), guiño al cuadro de Pablo Picasso del mismo título, con su rotulador. El artista antequerano José Medina Galeote llena los muros de la escalera interior del Centre Pompidou a la par que el ritmo de la música sube y baja en sus oídos -«Un secreto profesional», dice-. Su labor sirve para celebrar el primer aniversario del museo y también para marcar el comienzo del MaF, el aperitivo del Festival de Málaga, una iniciativa conjunta que se inaugurará mañana.

Rotulador en mano, el artista cuenta la historia de la obra picassiana que inspira su actuación. Lo llama «el pincel del siglo XXI»: «Si Miguel Ángel resucitara hoy, utilizaría esto». Vuela con él trayendo una vez más la aviación a su pintura: «Es una forma de estar arriba y abajo. Soñar, estar en el cielo, pero con los pies en la tierra». Muchas interpretaciones salen de esas paredes. La más formal es la de su origen: el cuadro de Picasso de 1912 con el que se pretendía reclutar a los jóvenes franceses para el ejército aéreo. Otra es la propia, la que sale de uno mismo. El resto, la que cada uno quiera darle. Libertad absoluta.

Ambiciosa es la palabra que podría definir la propuesta de José Medina Galeote, que con Notre avenir est dans l´air se convierte en el primer artista malagueño en intervenir de forma directa en el Cubo. Felicidad también por contar con el consentimiento de la franquicia francesa.

Con su obra, pintada en solamente un día, se hace camino abriendo ventanas también al futuro porque su trabajo está en el aire pero él lo tiene bien pensado. Tanto que no necesita de boceto. El resultado que superará los cien metros cuadrados podrán contemplarlo a partir de hoy y durante el tiempo aproximado de un mes. Atrévanse a volar de su mano y miren más allá de sus ojos para entender su historia, hasta encontrar la suya propia.