­Era una gala especial. No se soplan 50 velas todos los días. Se palpaba en el ambiente ese aura de día grande. La Sala María Cristina lucía sus mejores galas ante la visita de una notable representación de la vida cultural, social y política de la ciudad de Málaga. Esta noche se entregaron las medallas de oro del Ateneo de Málaga. El acto estuvo conducido por la periodista Isabel Ladrón de Guevara y contó con la actuación de la coral Sancti Petri Collegium Musicum. Los galardonados de esta edición fueron la asociación el Teléfono de la Esperanza, Esther Luque, periodista de la Cadena Ser; Victorio Valle, catedrático de Economía; Luciano González, periodista y expresidente del propio Ateneo, y la Orquesta Filarmónica de Málaga, que este año celebra su veinticinco aniversario.

Diego Rodríguez, presidente del Ateneo, quiso exponer los motivos de la elección de los premiados: «La sociedad está necesitada de mayor educación. Entregamos estas medallas a estos referentes por su gran compromiso de justicia social», manifestó.

El Teléfono de Málaga fue el primero de los galardonados. Pilar Flores, encargada de su presentación, destacó su gran labor social. «Regalan motivos por lo que todo merece la pena. Regalan vida. Hoy el Ateneo quiere hacer visible esas voces», explicó. Ya sobre el escenario su presidente, Juan Sánchez, no dudó en dar las gracias: «Este premio pone en valor el trabajo de los que han puesto su tiempo en mejorar a los demás».

La periodista Esther Luque fue la segunda de los premiados. Juan Gaitán, vocal de Publicaciones del Ateneo, resumió a la perfección los porqués de esta elección: «Es una convencida de que el periodismo es un servicio público». Luque decidió recordar a los asistentes sus inicios: «Cómo no amar la radio cuando has crecido con ella. La radio me llevó al mejor oficio del mundo. Somos administradores del derecho a la información que tienen los ciudadanos», manifestó parafraseando al libro de estilo del diario estadounidense The New York Times.

Victorio Valle, tercer condecorado, se mostró muy satisfecho con esta medalla de oro. «Tengo una alegría tremenda. En los años 60 me marché y ahora me encuentro una ciudad con la posible mejor oferta cultural de España», expresó. Luciano González, presidente del Ateneo más de una década, quiso recordar sus comienzos en la asociación: «Encontré en él el descanso de mis tardes. Mis años aquí fueron muy gratificantes. No hay más palabras que gracias».

La Orquesta Filarmónica de Málaga, última galardonada, estuvo representada por su director, Manuel Hernández. «La orquesta hace posible que la memoria y el arte perdure en el tiempo. Disfruten de ella hoy y siempre», recordó antes del cierre de la gala.