«Llevo sin trabajo desde hace siete u ocho años», calcula Andrés Portas, de 59 años. Su vida laboral ha estado ligada a ONG como Pangea o Madre Coraje, «pero luego se empieza a coger a gente más joven y queda uno relegado», señala.

Andrés, socio del Ateneo de Málaga, es un amante de la Cultura que debe compaginar su vocación con la realidad de su cuenta corriente: «En este tiempo no he encontrado trabajo y me he acogido a la ayuda para mayores de 52 años, voy tirando con 400 y pico de euros al mes», confiesa.

Hace seis meses quiso asistir a una representación de Madama Butterfly, su ópera favorita, en el Teatro Cervantes y al preguntar por algún descuento para parados «me hicieron una tarjetita y pago el 50 por ciento, la entrada me costó unos 12 euros».

Sin embargo, una oferta parecida no la ha encontrado en las actividades del auditorio del Museo Picasso ni en los talleres para adultos, aunque sí precisa que hay tarifas gratuitas y reducidas para distintos colectivos que visitan la pinacoteca.

«Pienso que no es justo que no haya precios especiales para desempleados y mayores de 65 años y en noviembre puse una reclamación al Museo Picasso por promover la exclusión social», explica.

El siguiente paso fue poner una reclamación parecida en el Delegación de Cultura de la Junta, «porque la Junta forma parte del patronato de la Fundación del Museo y Susana Díaz es presidenta honorífica». En la reclamación, que puso en enero de este año y que todavía no ha sido respondida, critica a la Junta «por participar en esa exclusión social y además fomentarla subvencionando al museo».

A su lado está el pintor Salvador Cobos, de 86 años, también ateneísta, que reclama que los mayores de 65 «tengan una tarifa especial» en el auditorio y los talleres. Andrés Portas precisa que las soluciones pueden ser varias: «No pagar, pagar sólo el 50% o un cupo para estos colectivos».

El Museo Picasso sí respondió a Andrés Portas con una carta en la que una portavoz, además de repasar las tarifas especiales para visitar la pinacoteca, señalaba que «en el caso de las actividades culturales» el museo había optado por «una única tarifa y asequible, porque somos conscientes de la importancia de acercar el arte y la cultura a todos los públicos sin hacer diferencia». Y ponía como ejemplo un ciclo de Flamenco que costó 3 euros la entrada o el ciclo de Jazz y el IX ciclo de Música de Cámara, los dos con entradas a 8 euros.

Junta de Andalucía. En la misma línea, la delegada de Cultura de la Junta, Monsalud Bautista, argumentó ayer que las entradas del auditorio del Picasso «tienen precios únicos porque son muy populares» y puso el ejemplo del ciclo de flamenco a 3 euros la entrada. «Este tipo de actuaciones son deficitarias para el museo», precisó y también se refirió a los talleres, algunos con un precio de 30 horas, «seis horas y el museo pone monitores y materiales».

En todo caso, declaró que su sugerencia «será respondida y se tendrá en cuenta a la hora de la revisión de la tarifa anual».