­El Museo Unicaja Joaquín Peinado de Ronda inauguró ayer Que se me paren los pulsos. También se llamaba copla, una exposición del artista sevillano Juan Saldaña que recorre, en una veintena de obras, el mundo interior de las personas y sus emociones. La Loba, Maldito parné, Tengo que hacer un rosario o Pá duquitas negras, además de referirse a los mejores títulos de la copla española, son algunos de los nombres de los cuadros que componen la exposición.

Este conjunto de obras, que podrá visitarse hasta el 15 de agosto, de Juan Saldaña se presenta como soberbios ejercicios de retrato clásico que, como la copla, centran su temática en los sentimientos y las relaciones interpersonales, así como en algunos tabúes como la sexualidad, la lucha de clases, la inmigración o los problemas de comunicación. Que se me paren los pulsos. También se llamaba copla es un trabajo de casi seis años en el que Juan Saldaña utiliza la copla como referente para plasmar en sus obras una temática recurrente en ese género musical.

En palabras del artista, «se trata de una muestra muy teatral, nada espontánea y en la que todo está muy pensado. Es una exposición muy figurativa pero muy libre y muy dibujística».

Juan Saldaña es un sevillano delineante industrial, arquitecto técnico y Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Granada. Trabaja como docente desde hace 14 años en algunas de las mejores escuelas de Arte de Andalucía y España y ha participado en un gran número de exposiciones colectivas e individuales en distintas salas expositivas nacionales. La organización por parte de la Fundación Unicaja de esta muestra se enmarca en el interés de la entidad por la difusión cultural y de expresiones artísticas de calidad y por acercar la cultura y las artes plásticas al gran público.