Acabada su jornada institucional, a Íñigo Méndez de Vigo le entró hambre. Y entre todos los bares y restaurantes de los que dispone Málaga, el ministro lo tuvo claro. Albóndigas. Y no cualesquiera. Las del bar Hermanos Rodríguez, en el barrio de La Paz. Cumplía así el titular del Ministerio de Cultura con la recomendación que le hizo, allá por febrero, Dani Rovira durante la gala de entrega de los premios Goya, en la que además de recibir las habituales puyitas, el ministro se llevó también una recomendación gastronómica para su próxima visita a Málaga.

Hoy, después de firmar el convenio de cesión del Palacio de la Aduana a la Junta de Andalucía para albergar el Museo de Bellas Artes de Málaga, ha cumplido con su compromiso con Dani Rovira.