­Los cinéfilos de la ciudad tienen once citas ineludibles en el Albéniz con otras tantas películas que son ya obras mayores o de culto de la historia del séptimo arte.

La familia (12 de mayo)

El cine italiano es especialista en imbricar el relato íntimo y familiar y el dibujo de la historia. El gran Ettore Scola lo logró en La familia, un filme sobre una casa, un árbol genealógico y un país con un impresionante reparto.

City girl (19 de mayo)

No es de las piezas totémicas del cineasta alemán F. W. Murnau -los cánones siguen prefiriendo Nosferatu y, sobre todo, Amanecer- pero, para muchos, este pequeño filme, su penúltimo antes de su prematura muerte, es una deliciosa joya que el tiempo está revalorizando.

Viaje alucinante (26 de mayo)

Afortunadamente, el tiempo también está poniendo en el lugar que merece a Richard Fleischer, un cineasta comercial que supo captar el verdadero sentido de la aventura en sus imágenes; aquí propuso una una pequeña odisea de ciencia ficción -ojo a los encantadores pero anticuadísimos efectos especiales-, divertida y de culto.

Fat city (9 de junio)

Jeff Bridges, John Huston... ¿Qué podría salir mal en Fat City? Nada salió mal, y el resultado es una de las grandes películas sobre el boxeo -no crean que es Rocky- y, sobre todo, un amargo y sabio trozo de la vida en la América cotidiana menos fotografiada.

Siete ocasiones (16 de junio)

No hay que escribir muchas palabras para recomendar una de las grandes comedias de Buster Keaton. Sólo por la escena del cómico perseguido por un buen puñado de novias merece la pena pasar por taquilla.

El desprecio (23 de junio)

Uno de los grandes godards. Inolvidables Fritz Lang -incorporándose a sí mismo- y una Brigitte Bardot que difícilmente estuvo más magnética. Un clásico con su modernidad intacta 43 años después de su estreno.

Smoke (30 de junio)

Wayne Wang compuso aquí una de las cumbres del hoy olvidado cine independiente de los 90. Película de observación, de diálogos y de momentos.

Senso (7 de julio)

Luchino Visconti, suntuoso, melodramático y romántico. Más una ópera que un filme.

Las amargas lágrimas... (14 julio)

No es quizás el Fassbinder más representativo -hay mucho aquí de Sirk y de Mankiewicz- pero sí el más citado y uno de los más disfrutables. Dos horas de espectáculo del deseo y el dolor rodadas en sólo diez días.

La trama (21 de julio)

Menospreciada en su estreno, The Spanish Prisoner muestra al dramaturgo David Mamet en su faceta más hitchcockiana en este filme de intrigas, engaños y espejos la mar de entretenido.

El expreso de Shanghai (28 julio)

Von Sternberg y Marlene Dietrich. Suficiente.