Asegura que su nuevo trabajo, Resiliencia (Warner), que llegará a las tiendas el próximo 20 de mayo, nace de una «catarsis personal y artística». De una evolución interna que desea compartir con su público. Diana Navarro se ha cargado de verdad y valentía para exponer su corazón en cada una de las trece canciones que firma en este álbum. Ni siquiera nos quedó París, -elegida como single-, El perdón, Eres tú o Los niños no, son algunas de sus nuevas composiciones, en las que muestra nuevos registros y tonalidades sin perder un ápice de su esencia.

El 23 de mayo, la malagueña ofrecerá un showcase y firmará ejemplares de Resiliencia en el auditorio del Museo Picasso. Los interesados en asistir a este exclusivo evento pueden conseguir las entradas desde ya con la reserva del disco en Fnac.

Resiliencia. Vaya título...

Es la capacidad del ser humano de estirarse, como un goma sin romperse, frente a las situaciones traumáticas de la vida. Y saliendo reforzado de ellas.

¿Cuáles son los traumas que han originado estas canciones?

Para mí este disco es una experiencia personal, vivida en primera, segunda y tercera persona, no necesariamente todo esta vivido en primera persona, que he querido convertir en música. Es como convertir tu dolor en herramienta de trabajo y querer compartirlo con la gente. Resiliencia es una visión positiva de la vida. El dolor no tiene medida. Cada uno lo gestiona de una manera distinta. Pero siempre se puede salir adelante. Con este disco quería mandar ese mensaje positivo. Lo que no te mata te hace más fuerte.

Lo cierto es que se percibe mucho dolor en los temas.

Claro. El dolor es algo intrínseco a la copla y el flamenco. Hay dolor, pero no importa. Lo importante es que salgo reforzada de ello. Por eso escogí la palabra resiliencia. Además, tengo que reconocer que mi interés por ser actriz me ha ayudado mucho a interpretar las canciones. Esa parte de actriz me ha ayudado a conectar con la gente.

¿Qué vamos a encontrar dentro de Resiliencia?

Trece joyas musicales hechas desde la experiencia y el crecimiento personal y artístico. Con un mensaje muy positivo. Si escuchas El perdón, que puede parecer una canción dolorosa, resulta como una especie de catarsis. Es como aceptar que no vas a perdonar. Que a su vez es una manera de hacerlo. También hay canciones de amor verdadero, como Eres tú. El disco es, en definitiva, una necesidad creativa y artística de una cantante que no puede parar quieta y sin prejuicios a la hora componer.

También hay preocupación social. El tema Los niños no habla de esas parejas que utilizan a sus hijos para hacerse daño.

Es un tema muy delicado. Me gusta hablar de personas, independientemente de su género. Por eso digo que hay personas que utilizan a sus hijos como moneda de cambio. Y eso es intolerable. La gente debería tener conciencia de ello. Los niños son sagrados. Un libro en blanco sobre el que vamos escribiendo. Tengamos conciencia de ello. No transmitamos nuestras frustraciones y nuestros miedos a los niños. ¿Qué culpa tienen ellos?

Llama la atención porque usted no es madre.

Soy tita. Pero soy muy madre. Tengo ese sentimiento. Quizá por eso no lo he sido todavía. Ya me tocará...

¿Le ha costado enfrentarse al papel en blanco a la hora de componer?

Aunque es algo que no se sabía, llevo escribiendo canciones desde el primer disco, aunque lo hacía con un grupo de trabajo. Lo que sí es verdad es que en este disco me he enfrentado yo sola a todos los temas. Y no ha sido un trabajo de sentarme y ponerme a escribir: hay gente que me visita por las noches y me cuenta cosas... Me explico, porque sé que esto puede sonar raro: digo eso porque las melodías y las letras me salen en un estado del sueño en el que no termino de estar dormido. También me vienen las ideas en el tren o el metro. Claro que he tenido momentos de caos y crisis, de pensar si lo que estaba haciendo estaba bien o no. Me he enfrentado a eso: a saber si podía o no. Pero no lo he hecho desde un lado dramático. Lo he hecho desde el aprendizaje y la curiosidad. Diciéndome a mí misma que puedo. Se me olvida que soy Diana Navarro. Es verdad, no es falsa modestia. Sé que mi yo artista canta bien, que le gusta a mucha gente y que se prepara para ello. Pero no me detengo en ello y por eso me sorprendo.

Parece liberada, como si ahora hubiera tomado las riendas de su carrera...

He tomado las riendas de mi carrera y de mi vida. El crítico interno es la primera de las barreras. El alien que llevo dentro se ha convertido ahora en mi aliado. A pasado de decirme que eso no vale o que está mal a decir que no pasa nada, que lo vamos a arreglar. Así te salen mejor las cosas.

Sus seguidores se sorprenderán cuando escuchen este disco, que suena distinto a lo que están acostumbrados. ¿No teme perder a su público más fiel con este cambio?

Me causa mucho respeto. Pero me han querido tanto desde que decidí hacer copla (Camino Verde, 2008), flamenco (Flamenco, 2011 ) y zarzuela (Género Chica, 2012), que creo que ninguno se va a ir. Es un trabajo tan de verdad, que sale de mi corazón y que tenía tantas ganas de compartir con ellos que creo que les va a gustar. Además, sigo cantando como cantaba, aunque quizá con menos vibrato, porque quería cantar más fácil para que por fin mis fans puedan cantar mis canciones.

¿Puede adelantar cómo serán los conciertos de su nueva gira?

Vamos a llevar distintos formatos. Porque no queremos que nadie se quede sin escucharme. Por eso llevaremos un formato electrónico, otro acústico y otro más grande. Pero sobre todo habrá una parte audiovisual importante, lo que lo hará más teatral. Aún no tengo fechas concretas. Lo que sí tengo cerrado es un homenaje a Plácido Domingo el 29 de junio en el Santiago Bernabéu, con otros muchos artistas [Pablo Alborán, Pablo López, Juanes, David Bisbal Ara Malikian...].

¿Cómo ha vivido desde dentro gran la crisis del mundo discográfico?

Cuando yo salí en 2005 empezó la decadencia discográfica. Por entonces el disco de oro se otorgaba por vender 50.000 copias. Y ahora creo que está en 10.000. No me fijo en las cifras. No le presto mucha atención ni me obsesiono con los puestos de las listas. Al final uno trabaja para llegar a la gente en los conciertos. Los tiempos están cambiado y hay que saber adaptarse, aunque por supuesto estoy en contra de la piratería porque entiendo que el arte tienen un valor.

Es bastante activa en las redes sociales. ¿Cómo lleva ese contacto directo con sus admiradores y detractores?

Conmigo son muy majos. He tenido esa suerte. A mí, mientras que no me insulten... Me parecen perfectas las críticas, y que la gente diga que se esperaba más de mí o que prefiera un disco más que otro. No censuro a nadie y la gente es muy respetuosa conmigo.