Desde hace unos años resulta imposible hablar de Málaga sin que la conversación derive hacia la decidida apuesta de la ciudad por los museos. Las recientes inauguraciones del Centre Pompidou y la Colección del Museo Ruso, que acaban de celebrar su primer año de vida, han completado el impulso cultural que Málaga comenzó a experimentar con las aperturas del Museo Picasso y el CAC, en 2003, y el Museo Carmen Thyssen, en 2011. Y aunque el actual boom museístico tiene su verdadero punto de partida en la recuperación de la Casa Natal de Picasso, en 1998, es ahora cuando la capital costasoleña luce sin complejos el título de «ciudad de museos».

Hoy se celebra el Día Internacional de los Museos y las principales pinacotecas de la ciudad han preparado un sugerente menú de puertas abiertas y visitas especiales para promover su valor cultural. Es innegable que los equipamientos culturales sirven de atractivo turístico, aunque su objetivo principal es la captación y fidelización del público local. «Los malagueños nos conocen y nos visitan. Y cuando hacemos actividades complementarias sobre la explicación de una obra u organizamos talleres, funciones de teatro o conciertos, el lleno es absoluto», sostiene José María Luna, director de la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Picasso y otros equipamientos museísticos, entre los que están el Pompidou y el Ruso.

El público malagueño supone en algunos casos más de la mitad de las visitas anuales de los museos de la ciudad, aunque también ocurre lo contrario. Los datos de visitas de 2015 colocan al Museo Ruso como la pinacoteca con más afluencia de malagueños, con un 52,97% del total, mientras que la Casa Natal, con un escaso 8%, es el que menos público local recibe. El Thyssen presenta un 40,5% de visitantes malagueños, ligeramente por encima del Pompidou (37,04%) y el doble que el Museo Picasso (20%). Aunque no realizan estadísticas -forma parte de su libro de estilo-, otro de los museos que más malagueños recibe es el Museum Jorge Rando. «Nos visita mucho público extranjero, pero en el día a día del museo participan muchos malagueños, que han hecho del museo un espacio suyo», sostienen desde el centro de arte del Molinillo.

Labor educativa. Otra de las acciones que los museos desarrollan con intensidad es su labor educativa y pedagógica para la creación y formación de público. «Todos los museos de la ciudad reciben la visitas de los alumnos de los colegios. Hace mucho tiempo que los museos no piensan solo en sus colecciones sino en cómo hacerlas llegar y que la gente las viva como suyas», explica José María Luna.

Para el máximo responsable de la sedes malagueñas del Pompidou y el Museo Ruso, cada vez más el público demanda a los museos experiencias distintas, por lo que considera primordial la programación de actividades que sirvan como reclamo. «Es la manera de que los malagueños que ya conocen las colecciones de arte regresen a los museos de la ciudad», apunta.

Hoy es uno de esos días en los que disfrutar de una forma distinta de las obras de arte que acogen las pinacotecas malagueñas y renovar la curiosidad por los nuestros museos.