El Festival Terral vuelve a renovarse. Sí, una vez más. Aunque parece que el modelo elegido en esta ocasión por Juan Antonio Vigar, responsable de los teatros municipales Echegaray y Cervantes desde el pasado mes de diciembre, tiene espíritu de permanencia. Este nuevo Terral ha dejado de ser una «sucesión de conciertos» para convertirse hoy en un certamen global, donde el teatro, la danza y las artes circenses tendrán igualmente cabida. También ha abandonado la cita el obligado encierro que le impuso la situación económica para volver a respirar la brisa que refresca las calles y plazas de la ciudad durante las noches de verano. «La necesaria reforma de este proyecto pasa por romper con los esquemas del pasado», destacó ayer Vigar en la presentación de lo que calificó como «un Terral distinto».

Un total de 21 espectáculos forman el programa de esta convocatoria que se celebrará entre el 20 de junio y el 26 de julio y que incorpora nuevos espacios como la plaza de toros de La Malagueta; el Museo Ruso, Gibralfaro y Teatinos. Entre los nombres más relevantes encontramos a la cantante de jazz Melody Gardot; el cantautor John Grant -ambos norteamericanos-; el violinista francés Jean-Luc Ponty; la cantaora sevillana Esperanza Fernández; la cantante portuguesa de fado Carminho y el desenfadado espectáculo musical El intérprete XXL, con Asier Etxeandia y The Constriktors.

En esta volundad de convertir al Terral en una expresión multidisciplinar, las actuaciones se presentan divididas en cuatro secciones: Terral world, que agrupa los grandes conciertos de rock, jazz o fado; Terral flamenco, pensado para dar protagonismo al arte jondo más actual; Terral étnico, que recupera el espíritu del desaparecido Etnimálaga con música de distintos países sudamericanos y africanos, y Terral márgenes, dedicado a las propuestas más transgresoras e irreverentes.

Con todo ello se pretende cimentar la base de «un nuevo concepto de festival de verano en el que no solo se cambia de formato, sino que se reformula y amplía su alcance: del anterior eclecticismo se pasa a un mosaico abierto a propuestas complementarias y a toda la creatividad musical y escénica del momento», explicó Vigar, que también confesó que este «Terral global, creativo y abierto» tiene la mirada puesta en su regreso a la playa. «La playa es un sueño, pero que será una realidad».