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Los malagueños dieron anoche la bienvenida al verano asomados al mar. Todo el litoral de la Costa del Sol se inundó de reuniones de amigos y espectáculos musicales con motivo de la Noche de San Juan, en la que, como manda la tradición, se llevaron a cabo los distintos rituales para atraer la buena suerte y alejar los malos presagios. Horas antes del anochecer, miles de personas ya ocupaban las principales playas de la ciudad, siendo La Malagueta y La Misericordia las más concurridas.

En la primera, tuvieron lugar distintas actuaciones de música latina, por lo que el público joven era el mayoritario. Con la música que ofrecía el Fiestazo, el público tuvo música asegurada de la mano de Dasoul, Nils Van Zanolt, Danny Romero y los DJs MegaStar.

Ya desde las 19.30 horas se dejaron ver los primeros grupos de jóvenes. Eva, Antonio, Samuel, Laura y Guadalupe son un grupo de amigos que aunque no son de Málaga acudieron a la playa para pasarlo en grande: «Vamos a hacer botellón y estaremos hasta que el cuerpo aguante».

En La Misericordia se llevó a cabo la quema del júa municipal, que este año representaba a dos mosquitos tigre de tamaño gigante, un verdadero monumento de 8 metros de altura realizado en madera, gomaespuma y cartón. Una vez que el fuego hizo desaparecer a los insectos, se lanzó el espectáculo piromusical desde el Espigón de la Térmica. Las canciones de la orquesta Ritmo Andaluz amenizaron la velada, en la que no faltaron las pequeñas hogueras y los chapuzones bajo la luna. Una forma inmejorable de inaugurar el verano malagueño, el tiempo de la diversión, el ocio y el adiós a la rutina. Al menos por un tiempo.