Su primer retrato, el rostro de Eduardo Punset. El último, Baltasar Garzón. Rita Martorell lleva más de 20 años dedicada a la pintura, su vocación desde muy joven. Un trozo de sus obras más importantes ha llegado a la Costa del Sol. El pasado 30 de junio se inauguró la exposición Rita Martorell, retratista del alma en el Centro Cultural Cortijo Miraflores de Marbella. La muestra permanecerá abierta al público hasta el 22 de julio.

Son veintiséis los rostros que ha seleccionado Martorell para que aparezcan en esta exposición. Samuel Eto´o, Gunilla Von Bismark y María de Salamanca son algunas de las personas que han pasado por el pincel de la catalana. Su pasión por retratar a personas especialmente de la costa del sol viene porque ha pasado mucho tiempo en Marbella. «Llegué a la Costa del Sol buscando más personajes completar mi obra. Gracias a la familia Bocanegra de Marbella, me abrieron paso hacia personajes significativos de Andalucía, especialmente de la élite marbellí», argumenta Martorell.

Desde personajes más inquietos hasta la tranquilidad que desprende Baltasar Garzón, Martorell transmite más que una cara con arrugas, una simple sonrisa o una ceja levantada. La artista desea comunicar qué representa realmente el personaje alejando de sus modelos el perfil más superficial que se muestra en los medios de comunicación. «La visión mediática es demasiado superficial. A través del y el color intento desvelar todo lo que puede transmitir una persona. Cuando creo un retrato, siempre prefiero que el modelo siempre hablo previamente con él. Ellos posan para mí en vivo. Capto sus movimientos a la perfección y su interior a través de la mirada», puntualiza Martorell.

La mirada es el rasgo más importante para analizar a la perfección a la persona que va a ser retratada para la artista: «es un rasgo muy destacable, muchas veces los ojos son mi punto de partida. También me fijo mucho en la actitud». Baltasar Garzón su último retrato, define la experiencia como tranquila y serena. «Un gran modelo, a pesar de que aún no está terminado del todo». Antonio Banderas también ha posado para la catalana, pero no está completa por lo que los museos tendrán que esperar para que el cuadro esté en sus paredes.

En el futuro, Martorell confiesa que el encantaría retratar a Mourinho. «Para todo el mundo es muy desagradable, pero es una persona que transmite muchas emociones y me gustan que sean así, con carisma. Es un hombre que no se calla nunca». Además, la artista quiere pintar a más personajes del mundo y de la élite marbellí, como el expresidente rumano, Emil Constantinescu; el primer ministro rumano, Petre Roman, y al presidente del Club de Fútbol de Marbella, Alexander Grinberg. No solo Marbella, Berlín o Praga disfrutan de sus cientos de retratos, sino que la española tiene pensado ampliar horizontes e inaugurar muestras de sus obras en Rumanía.