En los cuadros de Chagall las personas vuelan, el amor es azul y lo divino y lo terrenal juegan a un juego del que sólo el artista ruso parece conocer las reglas. Color, fantasía, religión o ensoñación son las palabras que más se repiten en los textos que tratan de explicar la obra del creador de Vítebsk (ciudad al noreste de la actual Bielorrusia). La nueva exposición temporal del Museo Ruso, Chagall y sus contemporáneos rusos, recorre -hasta el 29 de enero de 2017- distintas etapas creativas del pintor a través de 60 obras, entre las que se encuentran piezas claves como Paseo (1917), Judío rojo (1915), Día de fiesta (1924) o Los amantes azules (1914). Junto a las 16 obras de Marc Chagall (1887-1985) también se expone el trabajo de 15 artistas judíos con los que compartió experiencias vitales e inquietudes creativas.

Robert Falk, Nathan Altman, Mark Antokolski o Vera Pestel acompañan las enigmáticas y coloridas obras de Chagall procedentes de los fondos del Museo Ruso de San Petersburgo y de distintas colecciones privadas rusas y europeas. Las piezas de los coleccionistas «se conocen muy poco» ya que durante la revolución fueron «escondidas», ya que Chagall «prácticamente fue prohibido» en Rusia, de forma que los coleccionistas «no querían demostrar que las tenían», explicó la comisaria de la muestra y directora del Museo Ruso de San Petersburgo, Evgenya Petrova, que destacó que en Tabacalera se muestran «diez obras de Chagall que pocas veces han sido expuestas».

Aunque se formó como artista en San Petersburgo, el estilo de Chagall se redefiniría en París, ciudad en la que coincidió con Picasso y los demás representantes de las vanguardias. La admiración entre ambos era recíproca. El director de la Agencia Pública para la gestión de la Casa Natal y otros equipamientos museísticos y culturales, José María Luna, recordó la simpática anécdota que contaba Ida Chagall, la hija del artista ruso, y que ilustra esta mutua fascinación: «Ida contaba que entabló amistad con el hijo de Picasso, Claude, porque a menudo se cruzaban en la calle. A ella le había mandado Chagall a espiar a Picasso y a él lo había mandado el malagueño a espiar a Chagall».

«Cuando Matisse muera, de los pintores vivos, será Chagall el único que entienda lo que es realmente el color», dijo Picasso sobre el creador ruso, que nunca perdió la conexión con su tierra natal ni con el pequeño mundo de la comunidad judía en la que creció. Allí volvió, al estallar la Primera Guerra Mundial, para casarse, y allí permaneció durante la revolución. Esta exposición refleja su trabajo durante los años parisinos y los posteriores de retorno en Bielorrusia. En 1973, cuando Chagall visitó la Unión Soviética, se reencontró con sus hermanas y contempló sus obras que se encontraban en la Galería Tretiakov y en el Museo Ruso. Frente al cuadro Paseo, al artista le brotaron lágrimas de emoción. Finalmente se sintió querido y admirado por lo suyos, un sueño que pudo finalmente ver cumplido.

Además de las magníficas obras que cuelgan de las paredes de Tabacalera, el visitante podrá disfrutar de una reproducción de la habitación de Chagall en Vitebsk, con todos su objetos originales.

Cervantes en clave rusa. Junto a Chagall y sus contemporáneos rusos, la pinacoteca de Huelin inaugura dos nueva temporales, Cervantes en la Colección del Museo Ruso y Resistencia, tradición y apertura. Arte ruso de las últimas cuatro décadas. La primera, una exhibición conmemorativa del cuarto centenario de la muerte de Cervantes, incluye 61 piezas de obras de arte dedicadas al Quijote y libros a cargo de pintores rusos de los siglos XIX y XX. Estas obras reflejan la popularidad de Cervantes en Rusia y el impacto de la obra más destacada de la literatura española en pintores de distintas épocas. En 1768, en las librerías de San Petersburgo, se puso a la venta el Quijote en lengua gala. La primera traducción al ruso se hizo a partir de una versión francesa y data de 1769. Hubo que esperar hasta 1838 para que la novela se tradujera a la lengua de Pushkin a partir del original. Sobre esta exposición Petrova considera que es una muestra «que puede interesar al público español», ya que refleja el interés de artistas rusos de los siglos XIX y XX en el autor de las Novelas ejemplares.

La oferta de exposiciones temporales del museo se completa con Resistencia, tradición y apertura. Arte ruso de las últimas cuatro décadas, formada por 41 piezas de 25 artistas fechadas entre 1977 y 2016 y pertenecientes a una colección privada de Alemania. El conjunto permiten acercar, de modo panorámico, las tensiones y dinámicas creativas que se suceden en la extinta URSS y la actual Rusia durante un periodo marcado por cambios trascendentales. El conjunto posee la virtud de atender al arte no oficial que se desarrolló tras la muerte de Stalin en 1953, que recibió el nombre de arte inconformista o no-conformista, así como a los lenguajes que se instalaron desde la última década del siglo XX hasta la actualidad. Estos últimos revelan un estricto conocimiento y progresiva convergencia con los que se iban desarrollando en núcleos centrales de la creación europea y norteamericana, es el caso de la presencia del neo expresionismo en los ochenta y noventa.

Respecto a esta muestra, Evgenya Petrova destacó que se trata de obras procedentes de colecciones privadas, ya que «el arte underground de la Unión Soviética no era el arte oficial y por eso las colecciones estatales no podían recoger estas piezas». El comisario de la última exposición, Juan Francisco Rueda, explicó que la muestra recoge el arte «inconformista que se desarrolló en la antigua URSS a partir de la muerte de Stalin y al margen del arte oficial».

Jornadas de puertas abiertas. Las tres exposiciones abren sus puertas al público el jueves 21 de julio y hasta el domingo 24 se ofrece entrada gratuita. El alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, calificó las exposiciones de un «complemento a la exposición permanente» del museo, que «dará más visibilidad, más proyección y más conocimiento de los entendidos en este tipo de obras» a una ciudad «que avanza en cultura y en innovación y que se siente orgullosísima de tener una presencia tan significativa como es esta colección».