Pelo revuelto, gafas a lo John Lennon y una actitud desenfadada. El artista Ara Malikian cerrará el ciclo de conciertos de las Serenatas de la Luna Joven en La Malagueta el 9 de septiembre. El músico presentó ayer el recital, que será un «viaje mágico musical» en el que estará acompañado por la Sinfónica Provincial de Málaga

¿Por qué Málaga será la única ciudad andaluza que visite en el cierre de su actual gira?

Hombre, por muchas cosas. Málaga es uno de los lugares donde más he venido a menudo en los últimos diez años. Yo creo que es un lugar donde tengo la suerte de venir a tocar regularmente. Hace dos años estuve en el Teatro Cervantes, por ejemplo. Creo también que mis ganas de venir han ido aumentando al igual que las del público. Entonces, cuando decidimos hacer los cinco últimos conciertos de la gira, Málaga era uno de los sitios más importantes, porque le tengo cariño, y al público también.

Hablando del público, ¿qué tiene el de Málaga que no tenga el de Japón, por ejemplo?

Para mí no hay diferencias de público. La música es universal, un idioma común que tenemos todos. Cada uno tiene sus variaciones y creo que en Málaga se aprecia la música igual que en Tokyo, Nueva York o París. Cada ciudad tiene «su estado de ánimo», pero el público malagueño es muy generoso y honesto a la vez. También es muy comprometido, y si algo no le gusta te lo hará saber. Yeso para un artista es muy importante, ya que así aprendemos cuando lo estamos haciendo bien o mal. Entonces, en este caso es una responsabilidad muy grande porque Málaga es un sitio donde ya te conocen y siempre tienes que intentar mejorar.

Versiones de Led Zeppelin, Radiohead, sus propios temas... ¿Cómo será el concierto de La Malagueta?

Esta gira empezó gracias a un concierto en el Teatro Real de Madrid y vino mucha gente a verme y a colaborar conmigo también. Pero entonces la gira no se pudo hacer con todas estas colaboraciones, que eran unas treinta, y en esta gira hicimos un resumen del concierto. Hay muchos temas propios que toco con la gira que se han ido desarrollando. Hemos ido a tantos países y ciudades... Y lo que tocamos ha ido evolucionando. A veces encontramos un lugar donde tocamos un tema nuevo y lo hemos remplazado por un tema antiguo. El repertorio también ha crecido con la gira. En estos últimos cinco conciertos vamos a utilizar lo temas que están funcionando con adaptaciones especiales, porque se interpretan con una orquesta sinfónica y no se debe dejar en algo improvisado o en algo casual. Todo debe estar muy bien organizado. A la hora de actuar claro que habrá improvisaciones, pero debe estar todo muy bien preparado.

¿Como llegó a ser el violín su voz?

Porque mi padre llegó un día y me puso el violín en la barbilla. Él es violinista, yo no lo elegí. Si tuviese que elegir ahora, elegiría siempre el violín, estoy enamorado de él, es mi instrumento.

Al igual que la evolución que ha habido en sus giras, ¿no ha pensado en transformarse y atreverse con otros instrumentos?

¿Otro instrumento? Nunca. Hombre, hay tantas cosas que me gustaría hacer... Y me quedan muchas hacer, pero siempre, todas ellas tendrán que ver con el violín.

Es poco común ver a un músico clásicos con una aspecto tan particular. ¿Le ha afectado alguna vez su imagen?

Bueno, quizás fui aceptado más en la época de mi juventud. A veces me han cerrado algunas puertas por que no tenía el aspecto del violinista cliché. De hecho, cuando era joven intentaba parecerme más a los músicos clásicos que veía. Hasta a mis propios compañeros, pero no me salía, era imposible. Me sentía como si me pusiese un disfraz. Yo quería ser yo mismo y hacer mi música, la que me gusta, y no parecerme a nadie. No fue un trauma, la verdad. He aprendido. Y en el momento que me di cuenta que quería ser yo es cuando más he podido hacer lo que quería hacer.

¿Por qué decidió vivir en España?

Fue un poco una casualidad. Fue una época en la que daba muchas giras y vivía entre Alemania e Inglaterra. Tuve un gira por España y me gustó el país. Siempre he tenido una vida muy nómada y tenía ganas de probar una temporada en Madrid. Y esa temporada se alargó y me siento muy feliz viviendo allí.

¿Su repertorio es una mezcla de muchísimos estilos: flamenco, rock, clásica...¿es algo calculado?

No es nada calculado ni premeditado. Simplemente me gusta algo y pruebo con ello. Por ejemplo, con el flamenco intento tocar con la mente de alguien que toca flamenco. Me pongo en su papel e intento tocarlo a mi manera. Aveces cuela y otras no. Pero sé que todo lo que hago es con mi propia personalidad y ahí está el secreto: no intento imitar a otros estilos, simplemente hago música de otros lugares a mí manera. Y ahí está el filón: hacer cosas que te gustan y llevártelas a tu terreno.