"Welcome Barcelona, we have a Queen in the house tonight", (Bienvenidos Barcelona, esta noche tenemos una reina en la casa) Así comenzaba Beyoncé su concierto en el Estadio Olímpico Lluis Companys en Montjuïc. Después de varias horas de espera, la reina del R&B por fin hizo su entrada estelar en el escenario. Unos sombreros cordobeses, de proporciones gigantescas, y la canción de Formation abrió el espectáculo que miles de personas estaban esperando.

Con su visita a Barcelona, Beyoncé finalizó la gira de este año Formation World Tour. Un hecho que salpicó aun más de emoción la noche. La cantante proporcionó dos horas de entretenimiento en el que, las coreografías de infarto junto con una técnica vocal brillante, dejó a todos los asistentes fascinados.

Un cubo gigante giratorio, colocado en mitad del escenario, fue la principal escenografía del concierto. Este actuó de pantalla gigante, para poder ver más de cerca a la diva, y también se abría y cerraba para dar paso a la cantante estadounidense.

El concierto se centró en el nuevo album Lemonade, con temas como Dont hurt yourself, All night, Hold up, entre otras. También interpretó canciones del pasado álbum como Flawless y otras tan antiguas como Crazy in Love. Se echaron de menos otros temas populares de la artísta como Single Ladys, Upgrade u o If I were a boy. Sin embargo, QueenB sorprendió a todos cantando un trozo de su canción en español Ya lo ves, todo el estadio aplaudió a la joven y arrancó a cantar junto a ella.

Beyoncé sabe introducir al público en su universo, no faltaron videos de su hija Blue entre sus brazos o retazos de la boda con Jay Z, sin duda una forma de conocer a la artísta más allá de los focos.

Uno de los momentos más emocionantes de la noche fue cuando cantó Love on top con el único acompañamiento de su voz al micrófono y del coro improvisado de los numerosos fans que fueron a verla. El talento de la estadounidense hizo al estadio vibrar de emoción con sus agudos y graves que dejaron boquiabiertos al público.

Freedom dió paso a la última canción con una coregrafía en una plataforma de agua. Esta no podía ser otra que Halo, "Barcelona I can see your halo" finalizaba diciendo una y otra vez la cantante. Los fuegos artificiales y las luces dieron un final apoteósico a lo que fue un concierto sublime. Beyoncé, más que como una reina, salió como una diosa del Estadio Olímpico de Barcelona.