­El Teatro Cervantes de Málaga asegura que se recordará su recién finiquitada temporada 2014-15 por la cifra de espectadores alcanzada, pero «quizá más» por la puesta en marcha del proyecto de producción propia Factoría Echegaray y el nacimiento del polivalente Centro de Cultura Activa Pedro Aparicio.

Con un total de 210.160 espectadores de sala contabilizados, los teatros municipales de Málaga alcanzan «un nuevo récord, superando en casi un 10 % las cifras registradas en el curso escénico 2014-15», según los datos aportados por el templo. El «éxito cuantitativo» se extiende asimismo a la oferta brindada a los malagueños y visitantes: un total de 527 funciones o conciertos de 328 espectáculos que vuelven a demostrar que la actividad escénica no se detiene salvo en el mes de agosto en el Teatro Cervantes, el Teatro Echegaray y el recién inaugurado Centro Pedro Aparicio.

El positivo balance que hace el Cervantes se extiende también a los porcentajes de ocupación: la tasa de asistencia alcanzó el 72,3 por ciento, aunque fue más positiva en el Teatro Cervantes (73,9 %) que en el Echegaray (66,8 %).

La incubadora escénica Factoría Echegaray y un nuevo acuerdo con la Orquesta Filarmónica de Málaga que estrecha aún más su relación con el coliseo público son algunas de las señales de un cambio de ciclo -recordemos que es el primer curso con Juan Antonio Vigar como gerente del Cervantes-.

El 8 de enero abrió sus puertas en los bajos del Teatro Cervantes el Centro de Cultura Activa Pedro Aparicio. Dedicado a la memoria del alcalde que recuperó para la ciudad el coliseo construido por Gerónimo Cuervo en 1870, tiene por objetivo ser la memoria del espacio malagueño gracias al Servicio de Archivo, Documentación e Información (SADI), usar sus instalaciones para exposiciones vinculadas al teatro y la cultura (Exposure) y programar actuaciones de vanguardia y pequeño formato (Sala Activa). Factoría Echegaray, por su parte, es «el mejor ejemplo» de la intención de los teatros municipales de Málaga de asumir el hecho escénico como «algo creativo, vivo, pegado a sus protagonistas y en constante diálogo con el público».