Más de setecientos farolillos budistas con forma de flor de loto suspendidos en el aire forman lo que la artista coreana Kimsooja ve como una "alfombra voladora" que quiere hacer una llamada a la convivencia en paz en la exposición que inaugura hoy en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga.

Junto a esa instalación de 708 farolillos creada específicamente para este espacio, se muestran un vídeo de la artista y dos de los tradicionales hatillos -o Bottaris según la denominación coreana- que ha utilizado de forma recurrente a lo largo de su carrera.

En el caso de los Bottaris, Kimsooja ha explicado que reúnen una "triple dimensión", porque los considera al mismo tiempo "un lienzo, una instalación y una escultura".

Responden a la tradición coreana de regalar colchas de cama a los recién nacidos, y para la artista tienen "una dimensión social e histórica, porque son utilizados por los refugiados, los pobres, las personas en peligro y quienes sufren el exilio".

"Estas colchas encierran también la naturaleza humana, porque en la cama nacemos, soñamos, amamos y también morimos", según Kimsooja, que ha confesado su "obsesión" por conseguir en sus obras "el máximo significado con los mínimos recursos y elementos".

Empezó a trabajar con estos farolillos en 2003 y, al coincidir con la guerra de Irak, añadió el sonido de cantos tibetanos, islámicos y gregorianos, que también se pueden oír en el CAC Málaga, "para incidir en la cuestión de la mezcla, como contrapunto a tanto odio y destrucción que había generado la guerra".

Respecto al vídeo que se proyecta en la exposición, ha apuntado que surgió por encargo de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, y por eso superpuso 246 banderas nacionales "para que ninguna de ellas se viera de forma específica, pero se entendieran como una sola bandera del mundo".

"No sólo quería simbolizar el espíritu olímpico, sino que la obra, en este mundo con tanta destrucción y barbarie, podía ser un mensaje de unidad, paz y armonía, e incluso incluí la bandera norcoreana, que en mi país está prohibida, como una manera de abrazar a todos los países", ha añadido.

Cuando concibe un vídeo así, Kimsooja quiere crear "imágenes con las que envolver el mundo y la realidad, del mismo modo que se hace con los Bottaris".

"Hay un paralelismo entre las dos obras, porque los Bottaris son para envolver elementos conceptuales y los vídeos, para envolver elementos reales", ha afirmado la artista, que espera que esta exposición atraiga a numeroso público y le haga "reflexionar y meditar en un lugar como Málaga, que está situada entre dos mundos".

Por su parte, el director del CAC Málaga y comisario de la exposición, Fernando Francés, ha destacado a Kimsooja como la artista coreana más importante del siglo XX y lo que ha transcurrido del XXI y ha añadido que coincide con otros autores que han expuesto en este centro en aspectos como "la reflexión sobre las heridas y las enfermedades del mundo".