Abrazos, lágrimas y sentimientos a flor de piel. Ése era el ambiente ayer en Candilejas, la mítica tienda de discos ubicada en la calle Santa Lucía -y en funcionamiento desde hace 38 años; primero en las calles Mariblanca y Dos Aceras-. Hacia meses que se sabía que sería en el mes de noviembre que este pequeño negocio de la música echaba el cierre. El pasado julio su propietario llego a un acuerdo con los dueños del local (después de una dura batalla judicial) para la entrega de llaves. Un litigio, al fin y al cabo, accesorio: «Todo lo que ha ocurrido con el tema del local sólo ha hecho que adelantar el cierre, sino hubiera sido por el local habríamos tenido que cerrar de todas maneras: desde 2002 las ventas fueron cayendo en picado y ya era imposible mantenerse. La crisis, el IVA cultural, las plataformas digitales que ofrecen música gratuita... Un cúmulo de condiciones han ocasionado que hoy tengamos que decir adiós», contaba ayer Jose Antonio Castañeda, propietario de la tienda.

La última de semana de Candilejas ha sido muy especial, un trajín de clientes que acudían al chollo de 3x2 y que ya en los últimos días ha sido del 3x10. «Desde primeros de mes decidimos poner ofertas, liquidar y regalarlo prácticamente todo para que no se quede nada aquí, un trozo de ti que se va desprendiendo poco a poco», señaló Jose Antonio con lágrimas en los ojos. Pero aparte de todo lo material o del ahorro económico, los asiduos a la tienda no han podido dejar de acercarse para despedirse de un local que ayer a las 14.00 de la tarde bajaba la persiana para no subirla jamás, desapareciendo así en Málaga este tipo de establecimientos. Muy lejos quedan los tiempos de tiendas como Ruiz Cueto o Tipo en un Centro Histórico hoy dominado por la hostelería.

Candilejas fue un lugar cercano, donde si algún disco no encontrabas tanto José Antonio, como Alejandro y los demás trabajadores te los buscaban y te lo conseguían. Un local donde el cassette, el vinilo y el cedé eran mucho más que música. Eran el nexo de unión y la razón para tener un rato de charla. En estas casi cuatro décadas han sido muchas las amistades que se han forjado entre esas cuatro paredes.

«Candilejas ha sido parte de la banda sonora de mi vida, puede sonar cursi, pero así ha sido. Es mucho más que una tienda, era un sitio de amigos donde comprar discos... Me da mucha pena ya que este trato tan cercano no lo voy a volver a encontrar en ningún sitio», dijo ayer Enrique Alejo, un cliente desde principios de los noventa.

«Ha sido ahora, cuando decidimos cerrar, que nos hemos dado cuenta de lo que es Candilejas para Málaga», aseveraba ayer Jose Antonio, Pepe para los clientes y amigos. Y es que desde que anunció que tiraba la toalla las muestras de cariño no han cesado, y no sólo de parte de sus clientes sino también de algunas caras conocidas de la cultura malagueña: «Hace unos días recibimos un ramo de flores de Canco Rodriguez, él siempre nos ha apoyado mucho. Fíjate, flores, como si de un entierro se tratase».

La tienda durante esta semana ha estado llena casi todo el día, pero el viernes, según cuenta su propietario, fue el día más fuerte. Un ajetreo de gente que incluso simplemente se acercaban para hacerse una foto en la tienda como recuerdo. Y durante la mañana del sábado se apuraban las últimas horas para decir adiós. « Se ha acercado mucha gente para darnos abrazos, para darnos palabras de aliento. Hemos sido parte de su vida, y según nos han dicho nuestros propios clientes se va una parte muy importante de Málaga, sobre todo porque no hay relevo. Somos los últimos», sentenció Castañeda.

A partir de hoy comienza una nueva etapa para el personal de Candilejas, su propietario se jubila y acoge esta nueva época contento y sin añoranza. «Hemos sido muy felices y hemos hecho feliz a mucha gente. Seguiremos en las redes sociales», concluyo el propietario. Hasta siempre, Candilejas.

@pepalopezmlg