­Desde que tomara las riendas del Festival de Málaga, a finales de 2012, Juan Antonio Vigar ha trabajado sin descanso por el desarrollo de todas las posibilidades de la cita cinematográfica. Como resultado de esta voluntad, el certamen ha estrechado en estos últimos años sus lazos con el tejido creativo de la ciudad y ha ampliado su campo de acción al cine «en español». El último proyecto emprendido por el director del Festival de Cine, tal y como adelantó este miércoles La Opinión, es incluir a Málaga en la Red de Ciudades Creativas de la Unesco como primera Ciudad del Cine en España.

La consecución de este reconocimiento, en palabras del propio Vigar, vendría a «avalar el trabajo desarrollado por Málaga en la difusión y promoción del audiovisual», e igualmente para impulsar «la generación de empleo y negocio del sector en la ciudad y la creación y fidelización de público»: «Todas estas razones me parecían interesantes para iniciar esta propuesta de ser ciudad creativa en materia de cine».

El director del certamen, que el próximo marzo celebrará su vigésima edición, sostiene que Málaga posee «un proyecto global de unión del audiovisual con la ciudad durante todo el año que puede encajar en el planteamiento de las ciudades creativas de la Unesco». Además, sostiene que Málaga «posee el proyecto más completo» para optar a esta denominación.

Vigar confiesa que pertenecer a la red del organismo internacional aportaría a la ciudad «indudables beneficios», puesto que el título reforzaría la imagen de Málaga como urbe «que tiene el cine como uno de sus elementos distintivos», destacando la «influencia que eso podría tener de manera directa en el turismo cultural y la incentivación de Málaga como lugar de rodaje».

«Por otra parte, este aval favorecería el trabajo en red con otros proyectos que poseen elementos comunes con nosotros, lo que nos ayudaría a obtener un banco de buenas prácticas y experiencias respecto a otras ciudades que ya son ciudades del cine. Lo que nos llevaría a abordar, desde la colaboración, proyectos más complejos y ambiciosos. Y desde esa conexión, también daríamos mayor difusión y posibilidades de desarrollo y de conocimiento a la creatividad local».

El director del certamen señala igualmente que «entrar en un trabajo en red en materia de cine con otras ciudades» ayudará a «poner en valor» lo que se hace en Málaga y de esa forma «fomentar la parte de empleo y desarrollo económico que pueda tener la ciudad». «También, y por extensión, el proyecto pondría al Festival de Málaga un foco mucho más importante desde el punto de vista del prestigio y la consideración internacional».

La sociedad municipal del Festival de Cine, que además del propio certamen incluye la Málaga Film Office y el Cine Albéniz, coloca la apuesta audiovisual malagueña como una de las más completas de España, lo que llena de optimismo las aspiraciones para formar parte de la red de la Unesco. «Creo que tenemos un posicionamiento bastante completo», reconoce Vigar. Y no le falta razón.