Este año que está a punto de terminar podría haber sido el de la Capitalidad Cultural Europea para Málaga. La ciudad se apeó del sueño en 2010, pero el tiempo ha demostrado que aquel estrepitoso fracaso -recordemos: caímos en primera ronda- resultó ser bastante provechoso. Entonces, cuando Málaga no era la ciudad de los museos, por primera vez en mucho tiempo la cultura se colaba en la primera línea informativa de nuestra cotidianidad, abriendo las portadas de los medios como un motor económico que había que engrasar. Ahora, la ciudad busca una nueva candidatura: el Festival de Málaga.Cine En Español impulsa el deseo de que la ciudad pertenezca a la Red de Ciudades Creativas de la Unesco, como ciudad Unesco del Cine.

«Una plataforma global para la iniciativa local». Ése es el lema de la citada red de la Unesco, levantada en 2004 para «estimular el potencial creativo, social y económico propios de las colectividades locales, promoviendo los objetivos de la Unesco en materia de diversidad cultural». Según el organismo internacional, las ciudades ingresan en la Red para «realizar la oferta cultural de su ciudad a través de una plataforma internacional; hacer de la creatividad un elemento esencial para el desarrollo económico y social de su ciudad; compartir experiencias y conocimientos con espacios culturales de todo el mundo; contribuir a la capacitación y formación en técnicas empresariales de los agentes culturales a escala local; fomentar la innovación a través del intercambio de capacitación técnica y conocimientos específicos y promover la diversidad de la producción cultural en los mercados nacionales e internacionales».

Cada ciudad debe apostar por una de las siete redes temáticas. En el caso de las aspiraciones malagueñas, hablamos del cine -el resto de redes: literatura, cine, música, artesanía y arte popular, diseño, arte digital y gastronomía-. Para ello, la candidatura debe ajustarse a una serie de criterios: tener infraestructuras «importantes» relacionadas con el cine -estudios, paisajes culturales, cinematográficos-; vínculos continuados o demostrados con la producción y distribución, organización de festivales de cine, iniciativas de cooperación a nivel regional e internacional, patrimonio cinematográfico representado por archivos, museos, cinematecas; escuelas y centros de formación, iniciativas para la difusión de películas producidas o dirigidas a escala nacional o local e iniciativas para el conocimiento del cine extranjero. Si el organismos internacional acepta la candidatura de Málaga, sería la novena Ciudad Unesco del Cine.

Juan Antonio Vigar, director del Festival de Málaga y principal promotor de la candidatura, ya cuenta con el respaldo del alcalde, Francisco de la Torre. Ahora toca el papeleo, argumentar la candidatura y formalizar la inscripción cara al inminente 2017. Unos meses después, los responsables culturales de la Unesco, en Francia, subirán o bajarán el pulgar.