Durante décadas, las películas de Hollywood, en ocasiones tremendamente equivocadas en asuntos culturales e históricos -recuerden ese lío entre las Fallas de Valencia y la Semana Santa en la escena inicial de la segunda parte de Misión Imposible- han transmitido la idea de que los pueblos nativos de las grandes llanuras norteamericanas eran toscos y hostiles. Apaches, Cheyennes, Sioux, Navajos o Arapahoes han sido retratados hasta la saciedad en la gran pantalla como salvajes enemigos de la civilización. En el otro extremo, el vaquero era presentado como representante del progreso y el orden, desdibujando así sus pretensiones colonizadoras.

El arte que se produjo en aquella época tan mal entendida por el celuloide da forma hoy a la exposición La ilusión del Lejano Oeste, la nueva muestra temporal del Museo Thyssen, en la que a través de un centenar de piezas del siglo XIX el visitante puede sumergirse en este choque de culturas entre indios y cowboys. Óleos, grabados, esculturas, fotografías, mapas, documentos, armas y diversos objetos atestiguan lo acaecido en el siglo XIX más allá del río Mississippi. El majestuoso paisaje de las Montañas Rocosas, las cataratas de San Antonio, el valle Yosemite o el Gran Cañón protagonizan gran parte de las estampas de esta muestra, que contiene obras de George Gatlin, Frederic Remingto o Karl Bodmer, entre otros.

La muestra, inaugurada en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid hace un año, y que hasta el 30 de octubre se pudo visitar en el Espai Carmen Thyssen de Sant Feliu, llega a Málaga con un apartado especial dedicado a los bandoleros andaluces, a los que se compara con los personajes marginales y fuera de la ley del salvaje oeste americano. Como conclusión al recorrido, el comisario de la exposición, Miguel Ángel Blanco, presenta un conjunto de libros-caja de su Biblioteca del Bosque realizados con materiales procedentes de estos territorios americanos.

Durante la presentación, la baronesa Thyssen remarcó su admiración hacia la historia americana y no dejó pasar la oportunidad para señalar que se siente «dolida» con las informaciones que se publican sobre las «discrepancias técnicas» de su hijo, Borja, con Hacienda.