­Inma Aguilera (Málaga, 1991) supo desde muy pequeña que su mayor afición, lo que más feliz le hacía, era crear mundos e inventar historias. Comenzó como dibujante de cómics, pero después descubrió que la literatura da muchas más opciones de crear que los dibujos. Por eso, a los 15 años empezó a escribir El aleteo de la mariposa, libro que le ha valido el XXI Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla.

¿De dónde sale la idea para hacer esta novela?

La empecé con 15 años. Tenía la idea en la cabeza, quería escribir sobre una chica con reflexiones sobre la vida, de ver que rumbo puede marcarse por ser una virtuosa de la música en un mundo tan tecnificado. Sin embargo, me di cuenta de que necesitaba vivir un poco más, tener más experiencia y adquirir con los años las herramientas para nutrirme y poder construirlo en condiciones.

Claro, porque Amalia, la protagonista, tiene 18 años. Era mayor y vivía una vida totalmente diferente, sería complicado.

Yo tenía una intuición, porque siempre he sido un poco diferente a los demás en ese sentido, me he dado cuenta del mundo bastante pronto y siempre he tenido la presión de no saber qué iba a pasar después. A los 15 estás en esa etapa de la adolescencia en la que no todo el mundo es bueno, pero tampoco todo el mundo es malo. Y empiezas a adquirir esa capacidad de lo que sería no solo lo cognitivo, también la sabiduría. Reflexionas más. Cuando llego a la edad de Amalia me doy cuenta de que no me había equivocado, de que todo era como pensaba y que seguiría prenguntándome: ¿y ahora qué?

¿Para qué tipo de público cree que va destinada?

Yo quería crear un personaje con el que todos, de algún modo, nos pudiéramos sentir identificados de alguna manera.

Pero, ¿se trata de una novela juvenil o para público adulto?

Es muy difícil de decir. Las personas que lo han leído con una edad avanzada siempre me dicen que les encanta la primera parte, que es mucho más reflexiva, divertida y cómica. Sin embargo, la segunda parte se vuelve más ciencia ficción mezclada con novela negra, y eso parece que no llama tanto a las personas más mayores. Sin embargo, los jóvenes me comentan que la primera parte está muy bien, peor que el giro que da en la segunda es increíble. A mí me gustaría pensar que va destinada a cualquier tipo de persona. Además, quiero recomendar a todo el mundo que lo coja que tenga la mente muy abierta y se introduzca de lleno en el mundo del libro. Además intento que los personajes sean muy profundos. Más que personajes, los considero personas.

¿Y ha conseguido ese objetivo que tenía?

Yo creo que sí. Yo tenía la intención, pero siempre fui muy escéptica. Siempre he pensado que tengo una escritura muy particular, por eso de que me gusta converger mundos divertidos, de acción, que tengan mucho dinamismo y que al mismo tiempo me permitan reflexionar sobre la vida y el mundo. Cuando gané el premio y tuve la oportunidad de publicar me di cuenta de que lo había conseguido, no lo hacía tan mal y había personas a las que les gustaba lo que hacía y reconocían mi talento.

¿No se había planteado publicar antes de ganar el premio?

He intentando participar en concursos y he probado con editoriales, obviamente no con esta novela, pero sí con otras y hasta ahora no había tenido respuesta. Se ve que era este el momento. A veces en la vida no es solo el talento o las ganas, también se necesita suerte y el momento oportuno.

¿Cómo se sintió cuándo recibió la noticia de que habías ganado el premio?

Cuando lo gané me puse a llorar. Fue como venir al mundo. Ha sido un antes y un después. Te sientes agradecido y al mismo tiempo piensas que tienes una irónica lección aprendida. Yo admiro mucho a dibujantes manga y a Laura Gallego y casi todos debutan con 21 ó 22 años. Por eso, como yo era más mayor me frustraba y lloraba mucho porque pensaba que me hacía mayor. Y recibir un premio y, además, un premio joven es mucho más de lo que esperaba.

Ganó el premio con 24 años, ¿por qué pensaba que era mayor?

Tengo tanto rodaje... Terminé mi carrera y me fui a Madrid, pero tenía la espinita clavada de que la gente sepa lo que llevo en la mente, que es una bomba, no sé si una bomba buena o una bomba mala, pero lo que realmente quiero es llegar con mis historias. Por eso, como pasaba el tiempo y nada cambiaba, no podía parar de pensar en cuándo iba a llegar ese día.

¿Va a empezar a dedicarse de lleno a la escritura o lo compaginará con otro trabajo?

Estudié periodismo e hice el máster en Radio Nacional. Después me volví a Málaga y estudié en una escuela de doblaje, dedicándome a veces a hacer cuñas de radio o poner voces. Pero es un trabajo puntual. Ahora estoy en la universidad para doctorarme y hacer la tesis con la intención de convertirme en docente. A veces doy algunas clases de motivación o doblaje. Pero siempre tengo tiempo para escribir, me encanta tener la mente ocupada, estar pensando en una cosa y en otra constantemente. Mi mente no para de trabajar y eso me hace feliz, por eso me encantaría poder sacar todo lo que tengo dentro.

¿Ganar el premio ha sido cumplir tu sueño?

Sí. Es una oportunidad para sacar esas ganas que tengo en mi corazón de escribir, que lo tenía como un sueño inalcanzable.

@paolanegrete95