La solidaridad de Dani Rovira no tiene límites. Como todo el mundo sabe, el malagueño siempre ha destacado por su preocupación por los demás y su compromiso con los más desfavorecidos, tanto personas como animales. Este domingo, antes de ofrecer la última de las diez galas solidarias de ´Improviciados´, que por quinto año consecutivo viene celebrando en estas fechas en el Teatro Alameda en beneficio de distintas entidades solidarias locales, el actor ha querido presentar de forma íntima, ante un reducido grupo de personas, un emotivo relato destinado a ayudar al refugio de animales Palevla de Monda, cuyo impulsor, Antonio Serrano, sufrió un ictus hace meses. En ´Carta a mi mejor amigo´ (Aguilar), Rovira se introduce en la piel y el corazón de Turco, el primer perro que encontró Antonio y que dio origen al refugio. Turco cuenta en primera persona cómo este lugar fue poco a poco llenándose de vida y amor entre animales y hombres gracias a la bondad y generosidad de Antonio.

"Al principio me costó mucho encontrar el enfoque del relato, porque mi idea era contar la historia desde el punto de vista de Antonio [Serrano]. Pero después, y debido a que tengo varios perros y porque es un mundo que conozco y me apasiona, tengo que reconocer que me sentí muy cómodo al hacerlo desde la perspectiva de Turco. Al escribirlo de esta forma sentí que, además de las licencias cómico-literarias que me ofrecía hablar desde la mirada de un perro, lo hacía desde una emoción muy bonita. Y la verdad es que fue saliendo solo", confiesa Rovira.

El repentino ictus, ha dejado momentáneamente a Palevla sin su creador, aún convaleciente, pero el refugio sigue dando cobijo a numerosos perros y gatos abandonados gracias a la labor de María, hermana de Antonio, y a los voluntarios que se han sumado a la causa. Los 4.500 ejemplares de ´Carta a mi mejor amigo´ serán publicados junto a la nueva edición de ´Agujetas en las alas´, el libro de microrrelatos con el que el malagueño se estrenó, hace ahora un año, como escritor. Y los beneficios obtenidos irán destinados a Palevla. Muchos de esos voluntarios que ayer asistieron a la presentación en la sala Up del Alameda no pudieron contener las lágrimas de emoción ante la historia de Antonio, Turco y el resto de habitantes del refugio, como Otto, el segundo en llegar; el inquieto Currito; el viejo y encantador Bartolo o Eliot, un gato con alma perruna.

Antes de comenzar con la lectura de su relato, Rovira presentó a Julio Agredano, autor de ´Y después del ictus, ¿qué?´, que habló de su experiencia con la enfermedad y de las razones que le llevaron a escribir este volumen. "Pensé en las cosas que a mí me han ayudado, como la actitud positiva. La mitad son de Perogrullo, pero creo que en un momento determinado pueden servir de ayuda a otros. Hay que tener en cuenta que una de cada seis personas sufrirán un ictus". Agredano, creador de la Asociación Freno al Ictius, participó junto a Rovira en la prueba Titan de mountain bike celebrada en abril en Marruecos, y elogió el compromiso e implicación del malagueño. "Se implicó física -son 700 kilómetros en bicicleta- y emocionalmente. Ha sido una fortuna encontrar a una persona como Dani en mi vida".