El rock & roll que nació en la década de 1950 continúa vivo en las venas de los grupos y asistentes del Rockin' Race Jamboree, que se celebra hasta el domingo en Torremolinos y atrae a artistas de fama internacional y público de diferentes rincones del mundo desde hace 22 años. Por sus escenarios suenan los ritmos de los principales estilos de la época como el rockabilly, surf, doo wop, rythm & blues o el country, género que en esta edición correrá a cargo del músico estadounidense Dale Watson, según ha explicado a Efe el director del festival, Guillermo Jiménez. Por otra parte, el toque mexicano-californiano lo ponen Los StraitJackets -que tocan con máscaras de lucha libre puestas- en colaboración con Big Sandy & El Vez. Además de bandas de EEUU (The Rythm Shakers o Luis & The Wildfires, entre otros) también acuden de Inglaterra (Darrel Higham & The Enforcers, The Big Six, Natty Cangeroo & The Flames of Rythim), Alemania (Smokestack Lightin'), Suecia (The Dragtones, Fatboy), de España (The Tacomas) y Portugal (TT Syndycate). Los grupos se reparten en esta ocasión entre el Auditorio Municipal Príncipe de Asturias y el Hotel La Barracuda de esta localidad de la Costa del Sol, donde se pueden contar hasta 3.000 simpatizantes del rock and roll y los años 50. Trasladarse al escenario de cualquiera de estos dos lugares significa viajar en el tiempo, como en el concierto de la banda de música tiki Hawkins Hawaiian Trio, donde una multitud ataviada con chaquetas de cuero, tupés y gafas de sol han bailado esta tarde al ritmo de su guitarra, batería, contrabajo e instrumentos hawaianos. Los entusiastas de la cultura de esta época cuidan los detalles al máximo, ya sean los peinados, patillas, botas y vaqueros arremangados de los chicos, o los tacones, vestidos de flores y pañuelos de las chicas. Además, el estilo musical de los asistentes se puede descifrar según la ropa que visten, pues a estas indumentarias se añaden camisas hawaianas, trajes de chaqueta con los picos del cuello muy prominentes, indumentaria vaquera, pantalones chinos y grandes influencias de las Pin Ups. A lo diverso de las vestimentas se une el lugar de origen de quienes las portan, pues acuden personas de muchos países -cada concierto es una torre de babel cuando la música para-, principalmente de Noruega, Finlandia, Suecia y Gran Bretaña, además de toda España, ha explicado Jiménez. En los 22 años que tiene el festival han participado más de 350 artistas, entre los que destacan Wanda Jackson, The Comets o The Trashmen, que comenzaron sus carreras en los años 50 y 60, y también otros de los 80, como el mencionado Dale Watson, ha añadido el director del evento. Sin embargo, el traer a grupos y solistas originarios del inicio de rock es cada vez más complicado, debido a la avanzada edad de sus integrantes. El festival comenzó como una asociación entre amigos que, ante la tesitura de tener que desplazarse a Madrid y Barcelona para ver a sus grupos de rock y rockabilly preferidos, decidieron poner ellos el dinero y traerlos a Málaga, hasta convertirse edición tras edición en una de las citas más importantes de Europa. A lo largo de su historia han introducido también distintas actividades, como concentraciones de coches clásicos, peluquería, clases de baile y venta de artículos y vinilos.