Dos predicadores protestantes dedican parte de su día a día a enseñar al mundo su religión. Lo hacen casa por casa, llamando al timbre y esperando ver las cientos de reacciones de sus inquilinos. Un día se encuentran tras la puerta a Clotilde, interpretada por Concha Galán, que les sorprenderá con su particular visión de la vida y de las creencias. Así comienza Oveja Negra, el nuevo cortometraje dirigido por los malagueños Juanma Liceras y Norberto Rizzo; una mezcla de comedia y drama que, según Liceras, dará que pensar a aquellos que la vean. El proyecto está a la espera de la resolución del jurado para poder participar en el Festival de Cine de Málaga y formará parte del cartel del Festival de La Almunia.

El filme, en el que colaboran actores tan reconocidos como Concha Galán, Juanma Lara, Antonio de la Torre, Belén Rueda o Thais Blume, cuenta también con la participación de las hermanas Ana y María Villalón y la colaboración de la directora Inés París. «Hemos tenido la oportunidad de trabajar con actores consolidados gracias a Spectator Producciones y lo cierto es que ha sido un placer trabajar con estos profesionales. Son gente con los pies en la tierra, de andar por casa y siempre con una sonrisa en la cara y de buen rollo», cuenta Liceras, coautor de la historia y director de la cinta que también destaca el trabajo de profesionales como el director de fotografía, Antonio Belón. «Ha sabido captar la esencia de la historia pintando con su luz los distintos escenarios y personajes de la misma», dice.

Aunque el malagueño ha dedicado gran parte de su carrera profesional a la publicidad nunca ha dejado de lado su pasión por el cine. En su currículum como director se encuentran títulos como La filosofía del mar (2009) o Sentidos (2013). Ahora, vuelve a firmar otro cortometraje, de apenas seis minutos, junto a su compañero Norberto Rizzo. «Oveja Negra surge de la idea de hacer algo entre la comedia y los oscuro. Nos pusimos a escribir y ya sacamos el guión de la historia», dice Liceras, que confiesa que ha enviado el proyecto a varios festivales nacionales e internacionales. «Se trata de un corto bastante localista, tiene chistes muy malagueños que no sabemos si funcionarán fuera de aquí», explica.

La historia no está centrada únicamente en la religión, tal y como señala Liceras, sino que pretende reflejar los entresijos del trabajo de cualquier comercial o predicador. «Es un trabajo muy difícil porque nunca sabes quién te va a abrir la puerta», señala. Asimismo, otra de las claves de la película radica en abordar trastornos mentales como el desorden mental o cambios en la personalidad. «Es la plaga del siglo XXI», asevera Liceras, que insiste en que está orgulloso del resultado final de una idea que comenzó siendo solo un boceto. «Tanto Norberto como yo estamos contentos con el resultado final», afirma y añade que «al tener un presupuesto tan bajo hemos tenido algunas limitaciones que han hecho que el corto no quede como teníamos pensado en un primer momento». Y es que el ingenio se agudiza cuando se trata de sacar un proyecto en el que hay ilusión pero no suficiente dinero. El sueño comenzó a hacerse realidad en abril del año 2016, cuando empezó el rodaje. Fueron tan solo tres días en los que por su objetivo pasaron algunos de los actores más reconocidos del cine español. En sus cabezas, había algo distinto; la posibilidad de crear un filme «tragicómico». «Nuestra idea era generar sorpresa y lo hacemos haciendo entrar al espectador en un ambiente cómico que acaba en un desenlace que no espera y que es la parte más oscura del corto».