Muy malas noticias sobre la salud de David Delfín. María González, la madre del diseñador malagueño, que padece desde el año pasado tres tumores cerebrales, ha revelado en Vanitatis: «Mi hijo está muy mal. Se le ha paralizado ya media parte de su cuerpo. Hay que darle de comer, porque la mano no le responde y estamos todos muy afectados». Y asegura: «Él no quiere que le vea así. No le gusta que esté allí y sufre por mí».

El único consuelo que recibe María estos días es el de los numerosos amigos y la pareja de su hijo, el fotógrafo Pablo Sáez, que se acercan para arroparla y apoyarla en estos duros momentos. «David tiene tan buenos amigos que todos le están cuidando y nadie le ha dado la espalda en ningún momento. Mi hijo es muy querido», ha comentado a la citada página web dedicada a la información del corazón.

Recordemos que la íntima amiga, socia y musa de Delfín, Bimba Bosé, falleció hace unas semanas de cáncer, lo que puede haber tenido un efecto más que negativo en el ánimo del malagueño. A pesar de todos los dolores, el malagueño no dejó de acudir al funeral por la modelo, en la que ha sido su última aparición pública, que ya hizo saltar las alarmas: apareció en silla de ruedas y con un aspecto muy desmejorado por el agresivo tratamiento al que está siendo sometido.

La muerte de Bosé sirvió para que el malagueño pusiera en marcha una iniciativa en su recuerdo: #bimbaforever empapeló Madrid en la Semana de la Moda con la imagen de Bimba, una singular idea con la que promocionar la campaña solidaria impulsada por Gorka Postigo, exnovio de David y excuñado de Bimba, para recaudar fondos destinados a la Asociación Española contra el Cáncer.

Como la propia maniquí, David Delfín siempre ha querido convertir su lucha personal contra la enfermedad en una batalla colectiva. Así, por ejemplo, en septiembre del pasado año se puso una vez más delante de los flashes de las cámaras para presentar el logotipo que había ideado para la campaña de prevención del sida Compartir Momentos, una iniciativa de la farmaceútica Janssen en colaboración con la Coordinadora Estatal de VIH que trata de concienciar a los más jóvenes sobre los peligros de contagio de enfermedades de transmisión sexual. Allí ofreció las últimas declaraciones, de momento, sobre su situación: «Me parece poco atractivo rendirme». Y quiso ofrecer aliento para todos aquellos que, como él, batallan contra el cáncer: «Fuerza. Que saquen fuerza de donde no la hay, que no sucumban a la enfermedad y que no se dejen tratar como enfermos». En eso mismo parece estar inmerso en estos momentos el diseñador malagueño. Por supuesto, también dejó algunas de sus perlas de sorna (quienes conocen a Delfín saben de su capacidad para la ironía): «Si algo bueno tiene la enfermedad es que me tratan con más cariño. Ahora todo es bueno, doy pena y la gente no me insulta tanto. Me siento como si fuera mejor diseñador». Y, claro, no dejó de hablar de planes de futuro, de su razón para vivir, el diseño: «A finales de septiembre me llega de Portugal una colección de sudaderas y camisetas y la idea es presentarlas en una exposición durante varios días y que puedas comprarlas en el momento. También habrá zapatos para hombre fabricados por Unedisa, las nuevas gafas de sol y fundas nórdicas. Todo lo que me dé tiempo quiero diseñarlo». Proyectos, de momento, truncados por las sucesivas recaídas en la enfermedad.

Circunstancias

La madre de David Delfín también aprovechó su primera intervención pública para revelar las circunstancias en las que el diseñador descubrió que tendría que luchar contra la enfermedad: «Hace dos años, en Nochevieja, que vino a pasarla con nosotros, empezaron todas sus dolencias. Él siempre ha sido un chico muy sano. Estando aquí en casa, fue a ducharse y empezó con unos dolores muy fuertes en la pierna derecha. Él no sabía lo que era y nada más llegar a Madrid fue al médico y le informaron que padecía tres tumores en el cerebro», relata en la misma conversación con Vanitatis, que cierra con estas resignadas palabras: «Sólo le pido a Dios que mi hijo no sufra. Sólo le pido eso a la vida». El mundo de la moda es más ambicioso y pide que David Delfín remonte y vuelva a diseñar lo imposible.