Subirse a un escenario, luchar por un papel en un cásting o contemplar con la ilusión de un gran acontecimiento la primera incursión en la pequeña pantalla. El actor vive de los aplausos y de los sentimientos a flor de piel, respira a través de las críticas y se alimenta de una buena interpretación. El camino, muchas veces se antoja largo. No se trata de los 534 kilómetros que separan Málaga de Madrid. Muchas veces la fortuna y el talento se convierten en protagonistas del trayecto.

«Virginia Muñoz y yo íbamos puerta por puerta buscando algún representante en Madrid», cuenta entre risas Carmen Baquero. La actriz, protagonista de series tan mediáticas como Los hombres de Paco o Tierra de Lobos es una conocida de la mayoría de las producciones malagueñas. Ella es de las que llegó a la meta. Actualmente se sube cada fin de semana de este mes a las tablas de la Sala Joaquín Eléjar junto a sus compañeras de la compañía Caramala con la obra Superheroínas S.L. «Íbamos con nuestras zapatillas de deporte y cuando llegábamos a la puerta nos poníamos los tacones», confesó la actriz refiriéndose a sus inicios. Carmen Baquero es, junto a Juanma Lara y Natalia Roig, una malagueña en el mundo de las artes escénicas. Todos ellos son Malagueños con arte.

La segunda edición del encuentro, organizado por La Opinión de Málaga, El Pimpi y Cervezas Victoria acogió ayer estos profesionales de la televisión, el cine y el teatro. Ellos comparten más que su dedicación y su pasión por las artes escénicas, comparten un lugar de origen: Málaga.

Al encuentro asistieron profesionales de la industria cinematográfica y contó con la presencia de la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga, María del Carmen Moreno, y el concejal del PSOE, Daniel Pérez.

«Los datos de nuestra profesión son muy patéticos, por lo que no recomiendo a nadie que se meta en este mundo. Pero luego está el instinto creativo. Esta es una profesión preciosa», aseveró entre bromas Juanma Lara, conocido por películas como Camino o por su participación en series como El Príncipe.

La situación del mundo audiovisual en Málaga, la ayuda de las instituciones o las herramientas y recursos con los que cuentan los futuros actores se convirtieron ayer en parte esencial de un encuentro que se consolida dentro de las actividades previas al Festival de Málaga Cine en Español.

Como ya ocurriera el pasado año, con actores como Salva Reina o Noemí Ruiz, el evento permitió poner el foco en el mundo audiovisual desde una perspectiva 100 % malagueña. «Yo empecé en Málaga, que es mucho más complicado. Antes había en Sevilla un Centro Andaluz de Artes Escénicas y eso me hizo dar el salto a Madrid», aseveró la que fuera protagonista de la serie Con el Culo al Aire y actriz de la película El Intercambio, Natalia Roig, que puso el acento en la necesidad de más ayudas institucionales para los futuros actores andaluces.

«Las herramientas te las tienes que construir tú porque en Málaga hay posibilidades pero no existe una industria como en Madrid», sostuvo Baquero.

«Recortar en el ámbito de la cultura me parece un crimen», confesó Lara, que junto a sus compañeras coincidió en afirmar que el 21% de IVA en las actividades como el teatro o el cine están siendo una lacra «impresionante».

Proyectos como Factoría Echegaray también tuvieron espacio durante el debate. «Se está apostando por la gente de Málaga. Si uno confía, se puede», afirmó Roig, que asintió cuando su compañero aseguró que la profesión de actor no está considerada como tal. «Esta es una profesión y la cogemos por que nos gusta», dijo Lara, que añadió: «Este es un trabajo y debemos mirarlo desde ese objetivo. Se puede vivir de esto».

Los obstáculos son muchos. Tras la carrera por alcanzar un pequeño lugar en la televisión, en el cine o en el teatro, la lucha por un sueldo digno se convierte en otro problema que deben sortear los actores. Diez días de rodaje se convierten en diez días cotizados. De esta forma se olvidan las horas de estudio y las jornadas de ensayos. «Estamos en una situación peor que hace unos años. Nos acostumbran a ganar unos sueldos muy bajos y eso no es normal», comentó Lara. «Se ha enseñado a la gente a que la cultura no tiene valor», dijo, refiriéndose a la necesidad de acostumbrar al público a pagar por los espectáculos.

Ante la llegada del Festival de Málaga los tres protagonistas de Malagueños con arte hicieron referencia a la importancia de la cita para la economía de la ciudad . Sin embargo, comentaron que el evento no tiene mucha repercusión directa sobre los actores malagueños. «En Málaga estamos desaprovechados a nivel cinematográfico», dijo Natalia Roig, que alabó las virtudes de Andalucía como plató natural de cine.

Durante el turno de preguntas, el propietario de El Pimpi, José Cobos, planteó como solución una mayor implicación de los empresarios en el mundo audiovisual.

«La educación por la cultura empieza desde el colegio. Con la eliminación de asignaturas como Filosofía se está impidiendo que una persona pueda discurrir libremente. La radiografía de un pueblo parte de su libertad y la libertad no es posible sin el conocimiento», aseguró Natalia Roig.

«Muchas veces se independiza la cultura de lo que es el crecimiento de una ciudad», dijo Lara, que atendió a la propuesta de José Cobos de impulsar el microteatros en los locales de la ciudad, aunque aclaró: «Yo soy empresario y una actividad a esos niveles no compensa pero sí que es cierto que puede funcionar como algo formativo para los jóvenes».

Las futuras promesas del cine y de la televisión deben atender a la evolución que han experimentado las productoras. «Ahora mismo una serie de televisión puede tener la misma calidad que una película», aseveraron los actores malagueños que, concientes de la importancia de las redes sociales en su profesión, se mojaron a la hora de contar algunas de sus anécdotas tras la cámara. «Muchas veces los directores están más pendientes de la luz y de los aspectos técnicos y dejan vendido al actor», comentó Roig, que aseguró que los productores se fijan en el número de seguidores de las actrices para decantarse por una de ellas. «Si están entre dos, suelen elegir a la que más seguidores tiene en redes sociales» .

Mientras, Juanma Lara puso el punto más humorístico al encuentro contando algunas anédotas vividas durante el rodaje de El Príncipe en Ceuta. «En una ocasión, estábamos rodando en un barrio muy parecido a El Príncipe y un hombre apareció y nos prohibió el paso. Cuando se metió en su casa continuamos trabajando y de repente comenzaron a llover cebollas», dijo provocando las risas de los asistentes.