Tendría seis años cuando, en su Manzanares natal, se coló en la clase de los mayores para poder dibujar. Aunque el maestro, al sorprenderle, le pegó con la regla, al día siguiente, al ver sus dibujos, le animó a continuar. Un año antes, la vocación artística se le despertó con los tebeos. «Me llamaba mucho la atención los dibujos y el colorido -cuando llegaba- y empecé a hacer dibujitos», explica.

El ciudadrealeño Luis Francisco Torres tiene hoy 72 años y 44 de ellos los ha pasado en Málaga, aunque su llegada fue, literalmente, producto de la casualidad: «Me fui a conocer Europa y cuando entro a Valencia ya llego sin un céntimo, así que me pongo a hacer dedo y, no sé por qué, me quedo en Málaga».

En la capital continuó su formación como artista, una vocación que ha compaginado siempre con otros trabajos: «Tengo 18 oficios aprendidos y he tenido seis negocios distintos», cuenta.

Desde los 70 se han sucedido las exposiciones por toda España, la participación en certámenes y una constante: «Estoy como cuando era niño, porque estaba investigando entonces e investigo ahora».

El afán por investigar puede comprobarse en Surrealismo Abstracto Siglo XXI, la muestra que hasta el 3 de abril estará en la sala Manuel Barbadillo, junto al CAC.

El artista, después de una etapa en la que, cansando del pincel, prescindió de él y se pasó a la espátula, ahora también prescinde de ésta, así que en sus obras no hay instrumentos que se interpongan entre el lienzo y los pigmentos que él mismo prepara.

«En principio hago un vaciado de los pigmentos con distintos líquidos adhesivos», detalla. Ese vaciado o vuelco lo realiza con todo tipo de materiales: «Tengo unas areniscas y las vacío con cualquier tipo de adhesivo para que no alteren el color, pero prefiero que se modelen solas. Me gusta ver como trabaja el pigmento», explica de uno de los cuadros.

También con el soporte del cuadro no deja de experimentar, por eso ha prescindido del clásico lienzo de tela y, en esta exposición, lo ha sustituido por madera, metacrilato, cristal o aluminio, lo que le permite, por ejemplo, realizar un agujero en la madera para recrear un agujero negro, ofrecer un cuadro curvado o incrustar canicas, elementos electrónicos o minerales que simbolizan el impacto de meteoritos en la Tierra.

«Ves cosas increíbles»

Porque, muchas de las obras de esta exposición tienen como base la contemplación del Universo. Como explica el artista, «veo el canal National Geographic todo lo que puedo, ves cosas increíbles».

Luis Francisco Torres recalca también el mensaje de sus cuadros, en ocasiones feminista, otras ecologista o de otro tipo, pero todos con una reflexión del autor, «porque siempre me ha gustado muchísimo pensar, por eso son cuadros muy reflexionados».

Así, destaca que la persona que contempla sus cuadros, si le interesa la obra, podrá «recrearlos durante mucho tiempo». Por eso, el autor se despide con una reflexión dirigida a las administraciones: «Si lo que hay en los museos es nuestro, ¿por qué no nos apoyan más?».