Coincidiendo con el 30 aniversario de su reinauguración, el 6 de abril de 1987, el Teatro Cervantes recupera crédito y estima entre los malagueños que el año pasado aumentaron sus visitas al histórico recinto. Así lo atestiguan las cuentas del teatro correspondientes a 2016 que ahora se aprueban.

Según esas cuentas, la taquilla del Cervantes creció el año pasado en 578.000 euros respecto al año anterior, lo que supone un incremento porcentual del 28,1%. Si en 2015 los malagueños dejaron en taquilla 2.059.883 euros, esta cifra creció hasta alcanzar los 2.637.378.

Este importante crecimiento económico es el reflejo del apego social que el teatro está recuperando en la ciudad. Tras unos años de altibajo en la asistencia y una programación adaptada a las necesidades económicas, el Cervantes volvió a recuperar cierto pulso el año pasado con una programación de mayor nivel en sus espectáculos, especialmente el teatro, que han servido para que el Cervantes recupere público y fidelidad. A ello contribuyeron sin duda espectáculos como el musical Mamma Mía, el montaje de Nabuco o la presencia del violinista de talla internacional Ara Malikian.

En consonancia con el taquillaje, la cifra de negocios del teatro también experimentó en 2016 un crecimiento similar. Esa cifra de negocios, que es el dinero que el teatro ingresa por su actividad comercial, sin contar las ayudas que recibe del Ayuntamiento, pasó de los 2,2 millones en 2015, a los 2,8 millones el año pasado, creciendo así un 26,4 por ciento.

Precisamente esta buena recuperación permitirá al Teatro Cervantes dar un salto de calidad en este año y aumentar en un 25,2 por ciento el capítulo destinado a la contratación de espectáculos.

En cifras concretas se pasará de los 1,6 millones de 2016 a dos millones presupuestados para este año. 406.725 euros más. Con ello el teatro abandona la austeridad obligada de estos años y vuelve a la senda de poder contratar una programación de mayor calidad.

Durante los últimos años, como explicó el gerente del Cervantes, Juan Antonio Vigar, el teatro tuvo que limitarse a la contratación artística «por taquillas». Ahora, aunque de manera equilibrada, se volverá a la contratación «por caché», lo que permitirá volver a traer «a artistas más señeros». La idea es reforzar en primer lugar el Festival de Jazz, «donde los grandes no vienen a cobrar por taquilla» y también el festival de teatro y el Terral. «Se trata de ganar al público con una programación de mayor altura y servir de efecto llamada al público y a los posibles patrocinadores», explicó Vigar.