Azimut es una palabra árabe que significa rumbo, dirección, y a la vez es un vocablo que se usa mucho, por su etimología, en la aeronáutica. Tal vez por eso Francisco Javier Rodríguez Barranco, expiloto, escritor y editor, la eligió como nombre de su editorial, un sello que ha superado ya los dos años de vida y que, mes tras mes, sigue emprendiendo proyectos literarios como el de Cuentos marengos, un libro colectivo que reúne 15 cuentos con el mar como elemento común de otros tantos escritores locales, una obra, por cierto, que se presentó en febrero y que ya ha alcanzado su segunda edición, lo que para Rodríguez Barranco es sinónimo de la calidad de la historias y de que ha calado muy bien entre los lectores.

«La idea del libro nació casi cuando lo hizo la editorial, hace dos años y pico, pero una noche del pasado verano estaba tomando cervezas con el escritor Ángel Domínguez y me planteó la posibilidad de hacer un libro colectivo sobre el mar: él llamó a una serie de personas y yo a otras cuantas», explica Francisco Javier Rodríguez.

«Buscábamos dar una visión contemporánea sobre el fenómeno del mar, el mar como compañero de vida, pero no hablo del mar como espacio para la aventura, sino como un compañero que está a tu lado, un compañero de vida, de forma que tu existencia sería inimaginable sin él», reflexiona Barranco, quien explica que «los 15 escritores reflejan quince sensibilidades distintas: hay relatos nostálgicos, sarcásticos, hasta una historia negra; la panoplia es muy amplia: es una visión en 15 dimensiones del mar».

Entre los quince artistas que han participado se encuentra Javier Noriega Hernández, Lola Clavero, Francisco Eduardo Conde Ruiz, Salvador Domínguez Ruiz, Raelana Dsagan, Guadalupe Eichelbaum, Juan José López Gallego, Herminia Luque, María Teresa Morillas García, Gabriel Noguera, Miguel Ángel Oeste, Loli Pérez González, Francisco Javier Rodríguez Barranco y Margarita Souviron. «Yo sabía perfectamente a quién llamaba, además algunos de ellos plantean una novedosa relación literaria con el mar como universo infinito, puede haber tantos enfoques como escritores hay en el mundo», añade.

«Las opiniones de los lectores hasta ahora han sido satisfactorias, no ha habido notas discordantes: cada uno de los escritores es muy distinto al resto, cada uno tiene una personalidad literaria muy bien definida. Su actitud ha sido modélica. Cada cual tiene sus señas de identidad», precisa.

¿Habrá un segundo libro titulado Cuentos marengos? «No lo descarto», señala el editor, quien incide en que la editorial está a caballo entre Madrid y Málaga y que ha editado a muchos autores noveles pero también a literatos de la talla de Jardiel Poncela. «Hay que moverse, trabajar con bibliotecas y universidades de toda España, es un trabajo absorbente, pero Azimut tiene mucho potencial». Hay cinco colecciones: una dedicada al cine, otra a los viajes, una tercera versa sobre el erotismo, una sobre humor y una quinta en la que entrarían las obras de calidad que no encajan en las otras. Ahora, la firma trabaja en su catálogo electrónico y en nuevos proyectos literarios.