Si hacía falta confirmar que Elphomega es uno de los raperos más creativos y escurridizos del panorama nacional, el malagueño lanzó hace unos meses su nuevo trabajo, Nebuloso, para callar bocas. O, más bien, para abrirlas, porque los 17 temas que componen el álbum muestran a un artista que ha sabido sorprender una vez más sin perder sus intransferibles señas de identidad. Después de su triunfal estreno en el Teatro Echegaray, este sábado vuelve a presentarlo entre nosotros, en La Cochera Cabaret.

El sencillo de adelanto de Nebuloso, Pone soda (guarda un secreto), descolocó a muchos y dejó claro que el disco que la contiene iba a ser de los que polarizan, de los que sorprenden. Y así ha sido: arropado por unas texturas y unos beats completamente alejados del two turntables and a microphone y mucho más cercano a la electrónica nocturna y cinemática de AraabMuzik, por ejemplo, Sergio Albarracín se muestra en sus letras más poeta que rapero, con la fortaleza que sólo da el confesar tus vulnerabilidades. «Mojarme las piernas no me asusta ya/lo oscuro de su fondo, eso me angustia más», rapea en Hombre en el hielo, que funciona casi como el manifiesto vital y artístico actual del malagueño: «Mírame, me estoy moviendo sin miedo/mirame, me estoy moviendo sin miedo/sigo siendo ese hombre en el hielo».

«En lo temático Nebuloso se vertebra en dos o tres ideas principales: la fuga, la pérdida (en todas sus acepciones, el fin de todo) y el lugar que ocupamos aquí, del sentimiento de desubicación y desapego que me ataca muchas veces. Todo el disco está pensado como una fuga entre la niebla hacia ningún destino concreto, y está la figura femenina también como eje principal y ambiguo. Esa figura me sirve también para hablar de otras cosas, pero en general es mi disco más sentimental y romántico por así decirlo», nos comentó hace unos meses el propio Sergio Albarracín, que asegura que cada vez siente más necesario explorar en sus letras «esa humanidad que uno ha de permitirse»: «Nunca me ha temblado el pulso en ese sentido, pero este álbum tiene mucho más de eso, es más descarnado y autocrítico».

Como siempre, Elpho tiene cosas que decir y lo hace con mimo al detalle, la emoción y con ganas de compartir experiencias y reflexiones. Por algo es uno de los rimadores de referencia, de culto en nuestro país.