La música clásica y el rock son como esos hermanos que viven fuera y sólo ves un par de veces al año. Vuestras vidas, aparentemente, no tienen nada en común, pero basta con rasgar un poquito para comprobar la profundidad de lo que os une. Existen miles de ejemplos de esta relación fraternal entre el mundo clásico y el roquero. 'Bouree en Mi menor', de Bach, inspiró a Paul McCartney para crear la línea de guitarra de Black Bird, la mítica canción del Álbum Blanco de los Beatles. Y el mismo compositor alemán fue determinante en la sucesión de acordes de 'A whiter shade of pale', el mayor éxito de Procol Harum. Hendrix se declaraba amante de Strauss y Wagner, y formaciones de hard rock como Deep Purple, Scorpions o Metallica han arreglado sus temas junto a distintas orquestas filarmónicas. En España, Miguel Ríos alcanzó uno de los mayores éxitos de su carrera con el 'Himno a la alegría', la adaptación del cuarto movimiento de la 'Novena sinfonía' de Beethoven, cuyos arreglos realizó el argentino Waldo de los Ríos.

Rock y música clásica también han sido siempre elementos del corpus sonoro de Tabletom. Los hermanos Perico y Pepillo Ramírez, fundadores de la banda, poseen formación clásica y ambos son profesores de conservatorio, de guitarra y flauta, respectivamente. Hace unos meses, varios miembros del profesorado del Conservatorio Profesional de Música Gonzalo Martín Tenllado, donde trabaja Perico, decidieron proponerle una actividad al guitarrista: hacer las canciones de su grupo junto a la orquesta de alumnos del centro. "Al principio me quedé sorprendido. Aquí soy el profesor de guitarra y los alumnos me tienen todo el día con Albéniz y Tárrega. Me daba un poco de apuro que me vieran con la cara que se le pone a uno cuando toca rock con la eléctrica", confiesa Perico, que reconoce que tras este primer pensamiento le entusiasmó el proyecto. "Es una experiencia muy interesante y la primera vez que la música de Tabletom se funde con la música clásica".

De este modo se fraguó el proyecto titulado Tabletom Sinfónico, un concierto que se celebrará el próximo viernes en el citado conservatorio (20.00 horas) y en el que canciones como 'No tengo ná', 'Algo así como un tango', 'La parte chunga' y 'Alemanita', sonarán orquestadas bajo la dirección Mar Varo. Perico, en nombre de todo el grupo, se siente muy agradecido por el trabajo desarrollado por todos los músicos y en especial por el profesor de composición del conservatorio, Santiago García Cuba, que ha sido el encargado de realizar los arreglos de los temas de Tabletom.

El recital, que arrancará con El sueño de la cabra de Álora, recorrerá los más de cuarenta años de trayectoria de Tabletom, aunque buena parte del repertorio se centrará en su más reciente trabajo, 'Luna de mayo', primer disco de estudio de la formación tras el fallecimiento de Roberto González 'Rockberto'. Perico adelanta que el concierto guardará alguna que otra sorpresa, como la interpretación de Homenaje a Doña Concha Mestre Camplá, tema en el que participa Ricardo Ocaña, que acudirá para la ocasión, a las castañuelas. "Es una canción que haremos a guitarra, flauta, chelo y castañuelas".

Perico y Pepillo, junto a Salva Marina (voz), Jorge Blanco (bajo), Nicolas A. Huguenin (batería) y Manuel Nocete (teclados), tienen por delante varias jornadas de ensayos con la orquesta para pulir los detalles de este concierto que promete quedarse clavado en los oídos y la memoria de los que se deleitan con la música en general, porque clásica y rock son hermanos de la misma familia.