El polifacético creador sudafricano William Kentridge (Johannesburgo, 1955), conocido por sus dibujos, pinturas, grabados, 'collages', esculturas y fotografías, pero también por sus incursiones en el teatro, la ópera y la música, ha sido distinguido hoy en Oviedo con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2017.

Según el jurado, se trata de "uno de los artistas más completos e innovadoras del panorama internacional", y además destaca por estar "profundamente comprometido con la realidad".

La candidatura de este artista comprometido social y políticamente se impuso entre las 43 procedentes de 19 países que en esta ocasión optaban a este galardón, el primero de los ocho que anualmente concede la Fundación Princesa de Asturias.

Su candidatura había sido propuesta por Beningno Pendás García, miembro del jurado del Premio Princesa de Comunicación y Humanidades 2017, y Raquel García Guijarro, gerente del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

Entre el jurado, la editora y comisaria de arte contemporánea Elena Ochoa, una veterana de este premio, le dio su respaldo desde el inicio ya que, según reconocía al inicio de las deliberaciones, ha trabajado "en muchas ocasiones" con este creador sudafricano con quien está preparando para octubre una exposición en el Reina Sofía de Madrid.

Nacido en Johannesburgo en 1955, sus padres ejercieron como abogados especializados en las víctimas del apartheid y su padre se ocupó de la defensa de Nelson Mandela, circunstancia que determinó su formación universitaria -Ciencias Políticas- antes de dedicarse al arte.

En los años ochenta se trasladó a París para estudiar teatro en la Escuela Internacional de Teatro Jacques Lecoq y trabajó como director artístico en series de televisión, antes de comenzar a crear animaciones a partir de sus propios dibujos.

Desde los años noventa ha combinado la práctica del dibujo con el cine y el teatro, convirtiéndose en un artista multidisciplinar que ha cultivado, además, la escenografía, el collage, el grabado, la escultura y el videoarte.

William Kentridge, que ha elegido el dibujo como vehículo expresivo de emociones y metáforas relacionadas con la historia y la realidad sociopolítica sudafricana, se dio a conocer fuera de su país tras su participación en la feria Documenta X de Kassel (Alemania, 1997) y en las bienales de São Paulo (Brasil, 1998) y Venecia (Italia, 1999).

Desde entonces, sus dibujos animados o "películas dibujadas", como las denominan algunos especialistas, han recorrido las salas de los centros de arte más prestigiosos del circuito internacional.

A partir de 2003, Kentridge comenzó a interesarse por la escultura y la videoinstalación y a incluir referencias al teatro, la ópera y el cine en sus nuevos trabajos.

En la última década ha mostrado su producción artística en el MoMA (Nueva York), que le dedicó una retrospectiva en 2010, el Albertina Museum (Viena), el Louvre (París) y el Museo de Bellas Artes de Budapest, entre otros museos.

Recoge el testigo de Núria Espert

El Premio Princesa de Asturias de las Artes está destinado a reconocer a aquellos "cuya labor contribuya, de manera extraordinaria y a nivel internacional, al progreso y bienestar social a través del cultivo y perfeccionamiento de la cinematografía, el teatro, la danza, la música, la fotografía, la pintura, la escultura, la arquitectura y otras manifestaciones artísticas".

El pasado año, este galardón fue para la actriz y directora Núria Espert, que se unió así a una nómina de la que también forman parte Francis Ford Coppola, Michael Haneke, Norman Foster, Woody Allen, Paco de Lucía, Vittorio Gassmann o Bob Dylan.

El acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias se celebrará, como es tradicional, en octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo, en una solemne ceremonia presidida por los Reyes.

Cada Premio Princesa de Asturias está dotado con la reproducción de una escultura de Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia