Un año más, el Ateneo de Málaga mostró su reconocimiento público a aquellas personas e instituciones que con su trabajo y espíritu crítico hacen de esta ciudad un lugar mejor. Y lo hizo a través de la entrega de las Medallas del Ateneo 2017, que este año recayeron en el escritor y periodista Guillermo Busutil, articulista de La Opinión de Málaga; el Dickinson College; la Escuela de Arte de San Telmo, la catedrática de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Rosa Quesada Segura y el Coordinador Nacional del Área de Biología de Organismos y Ecosistemas de la Agencia Nacional de Evaluación Jaime Rodríguez Martínez.

En la sala María Cristina se reunieron este martes numerosos representantes de la vida política y cultural malagueña para asistir a este acto, que arrancó con una proyección sobre el Aula Picasso y que estuvo amenizado por la actuación de la Joven Orquesta Promúsica, dirigida por Javier Claudio. El aula de pintura en el que el padre de Picasso impartió clases de dibujo volvió a ser protagonista al final del acto, cuando el director del Ateneo, Diego Rodríguez, apuntó que «hasta que Málaga no recupere el Aula Picasso tendremos una deuda cultural».

La delegada de Cultura de la Junta, Monsalud Bautista; la delegada de Educación, Patricia Alba, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la concejala de Cultura, Gemma del Corral; los viceportavoces del PSOE, Daniel Pérez y Estefanía Martín Palop; la vicerrectora de la UMA, Tecla Lumbreras; los escritores Antonio Soler, Aurora Luque y José Antonio Mesa Toré, el músico Antonio Meliveo; el que fuera presidente de la Fundación Málaga Ciudad Cultural 2016, Juan López Cohard; el gestor cultural y consultor de arte Pedro Pizarro; la directora de la Casa de Gerald Brenan y la Fundación Pérez Estrada Silvia Grijalba y el ex concejal Damián Caneda, fueron algunos de los asistentes a la velada, que estuvo conducida por Pilar Florez Núñez.

«Guillermo Busutil encarna el espíritu ateneísta puro y duro: crítico e intelectual, además de escribir de maravilla», señaló Diego Rodríguez. Por su parte, el autor de Vidas prometidas agradeció el reconocimiento, señalando que desde que llegó Málaga (Busutil nació en Granada) , hace 29 años, el Ateneo ha sido y sigue siendo un de sus «puntos de encuentro, de participación y de amistad por sus valores cívicos y la naturaleza del diálogo».

El escritor, que fue presentado por el escritor y vocal de publicaciones del Ateneo Juan Gaitán y recibió el galardón de manos del director de La Opinión de Málaga, Juande Mellado, alertó de los males del pensamiento acomodado, ya que, según señaló, corremos el peligro de creer que «la imposición política de que elevar al cielo negocios privados de escasa transparencia, avalados por tópicos del bien común y manipulaciones informativas de todo tipo, resulte ser sinónimo de progreso, de excelencia y singularidad».

«Llevan razón Pascal y Bauman. No está de moda pensar, ni hurgar en los porqués de los males e incertidumbres de hoy: la lujuria del siglo XXI que es la corrupción, la codicia del yo, la regresión de derechos, la aceptación del miedo como conformidad, el auge de una sociedad hipnotizada por el vértigo del presente continuo en el mundo zapping de las redes», destacó.

Por su parte, Quesada Segura, directora del Observatorio Jurídico Laboral de la Violencia de Género e impulsora de la regulación de la pensión de viudedad, se mostró convencida de que «con la consecución de la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres se conseguirá un mundo mejor». Tras recibir su medalla, Rodríguez Martínez ,un referente internacional en la investigación oceanográfica y ecológica, trató de convencer a los presentes de que «debemos ser optimistas» ante el reto de alcanzar la sostenibilidad social y ecológica, «un reto enorme pero no imposible». «Un ingrediente clave para el cambio es la esperanza», dijo antes de dedicar el galardón a sus nietos. «Porque ellos serán los protagonistas del cambio».