Digámoslo de una vez. La apertura del Centre Pompidou en Málaga ha venido a marcar una división crucial en la forma en la que se muestra el arte contemporáneo en la ciudad. Por un lado están las exposiciones que alberga el Cubo del puerto y por el otro, el resto. Descolgar las obras que se marchan, tapar agujeros, pintar la pared y colgar las que llegan con la nueva exposición es una dinámica prohibida en el Pompidou, donde la museografía se toma con la seriedad y rigurosidad que artistas y visitantes merecen.

Esta introducción viene a cuento de la nueva temporal del centro del Muelle Uno, que recibe al público con una inteligentísima manera de mostrar el proceso creativo de uno de los más prestigiosos diseñadores del mundo, el francés Philippe Starck. La muestra, inaugurada ayer, está formada por más de 4.000 diseños de Starck, muchos de ellos inéditos, que forran las paredes del espacio dedicado a la exposición. Bocetos, pruebas, correcciones, experimentos..., todos ellos realizados "en un folio en blanco y con un lápiz", según Starck. En el centro de la sala, algunas de sus piezas más significativas, iluminadas con exquisitez y colocadas conforme a un discurso pensado para cumplir un objetivo: "Crear es sencillo. La historia de esta exposición es mostrar que todo el mundo puede hacerlo", aseguró el creador, que ha estado involucrado personalmente en el montaje de su primera muestra en España.

Miren bien alrededor suya. Es más que probable que tengan en casa alguno de los objetos diseñados por Starck, como el popular exprimidor 'Juicy Salif' (1988), pieza que abre la exposición, la butaca 'Louis Ghost' (2000), la silla 'La Marie' (1996), las lámparas 'Lounge Gun M16' (2003) o los grifos 'Axor Starck V' (2012). Sus obras se encuentran en todas partes, algo de lo que se siente especialmente orgulloso. "Estar en un museo está muy bien, pero para mí el mundo entero es un museo. Porque mis diseños están en los salones, en los cuartos de baño y en las cocinas de la gente", dijo, a la vez que explicó no sentirse muy cómodo ante una exposición -su última muestra se celebró en París en 2003-, ya que las considera como una especie de homenaje. "Las exposiciones parecen estar hechas para que se admire a alguien. Y no me gusta que se admire a alguien o algo: hay que mirarse a uno mismo. Porque todos somos genios, aunque hay mucha gente que no sabe que lo son".

La comisaria de Starck, dibujos secretos. 4.000 croquis desvelados, que puede visitarse hasta el próximo 17 de septiembre, Marie-Ange Brayer, destacó que la idea principal de la exposición es "entender el proceso de creación". "Es una exposición única, no es diseño es mucho más, reúne muchas cosas". Para remarcar esta idea, Starck concluyó asegurando que "no es una exposición sobre un artista, sino sobre la creación". "Van a entrar en el cerebro, que podía ser el mío, que podría ser el suyo, de alguien que trabaja y que busca soluciones", dijo.

Proyecto en Ronda

El creador francés confesó estar inmerso en un nuevo diseño, "el más increíble de todos", que lleva a cabo en la ciudad de Ronda, "el lugar más poderoso del mundo", dijo. Allí diseña una almazara que "no habla del aceite sino de nosotros". "Me gustaría sintetizar todas las fuerzas de Andalucía en un bloque increíble, que muestre la fuerza de Andalucía y España", explicó. Entre los miles de bocetos expuesto en el Pompidou, Starck aseguró que el visitante podrá "encontrar pistas" de este proyecto con alma malagueña.