La moción presentada ayer por el grupo de Ciudadanos en el pleno de la Diputación para la creación de una comisión independiente que trabaje por la transparencia en la gestión del Museo de Arte de la Diputación (MAD) y para que se asuman las incompatibilidades que establecen tanto el Manual de Buenas Prácticas en Museos y Centros de Arte como el Código de Deontología para los Museos del Consejo Internacional de Museos, fue aprobada con el respaldo de Ciudadanos, PSOE, IU-Para la Gente y Málaga Ahora. El Partido Popular fue la única formación en votar en contra.

El portavoz de Ciudadanos, Gonzalo Sichar, se refirió a la «falta de transparencia» en la gestión del MAD por parte de la empresa de Fernando Francés, Gestión Cultural y Comunicación S.L., e instó al equipo de gobierno a la creación de una «comisión independiente que vele por el cumplimiento del proyecto artístico» del museo de Antequera, así como a «establecer un sistema de indicadores» para evaluar su gestión. Sichar pidió igualmente que se garantice que la compra de obras de arte se realice bajo criterios estrictamente profesionales y transparentes. En su intervención, el portavoz de la formación naranja preguntó al diputado del PP Víctor González si tenía conocimiento de que la marca del MAD hubiese sido registrada, «como ha pasado en el CAC Málaga» por el empresario cántabro.

Por su parte, el diputado socialista Luis Guerrero apoyó esta corriente de transparencia, aunque puso en duda el cumplimiento de la propuesta por parte del equipo de gobierno, y aseguró que este modelo de gestión que defiende el PP no empieza en el MAD de Antequera, sino en Málaga en 2002, donde «el Centro de Arte Contemporáneo se ha convertido en un centro privado que se mantiene con fondos públicos».

Marca pública, registro privado

Respecto a la información publicada en este periódico sobre el registro del nombre y tipografía del CAC Málaga por parte de la empresa de Francés en la Oficina Española de Patentes y Marcas, el propio empresario señaló que el primer registro «se realizó en 2002» y fue «renovado en 2012».

«En mi contrato dice que tengo que poner en marcha todos los ámbitos necesarios para el desarrollo de la actividad, incluidos los contratos de los ascensores, de electricidad y agua, de los dominios de los ordenadores y la página web... Todos los procesos necesarios para que el museo funcione», sostiene, asegurando que «todos esos procesos pasarán a propiedad del Ayuntamiento el último día de contrato».

La concejala de Cultura, Gemma del Corral, aseguró que dicho registro se realizó «para que nadie pudiera usar» el nombre y el logo del CAC. «Tenemos el compromiso del director del CAC, no porque lo pida la oposición, sino porque ese era el espíritu del contrato, de que todos los bienes necesarios para el desarrollo de la actividad pasen a ser propiedad del Ayuntamiento una vez finalizado el contrato. Eso incluye bienes materiales e inmateriales: contratos, dominios, marca, logo... Nunca ha sido voluntad del gestor registrar la marca para uso propio».

Sobre este asunto, el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, Juan Cassá, mantuvo que solicitará el cambio de titularidad para que no pertenezca a una empresa privada y sí a los malagueños. «Como ya lo hiciéramos con Málaga Valley, hay que exigir que sólo el Ayuntamiento y la ciudad sean los titulares de ella. Nunca hay que olvidar que es un museo que se financia con dinero público», dijo.

Entre 2008 y 2017, el CAC ha comprado obras de arte a las distintas empresas de Fernando Francés por un valor cercano a los 50.000 euros. Preguntado al respecto, el gestor asegura que todo lo que hace «se ajusta a la legalidad»: «Según la ley de contratos de las administraciones públicas puedo llegar al 49,9% de subcontratación. Y la compra de obras no figura entre lo no subcontratable».